“La actuación que está teniendo la Justicia me ayuda a curarme”

La noche del 14 de abril de 2008 los hermanos Sebastián y Maximiliano Eve llegaron a la puerta de su casa, en barrio Rivadavia de esta ciudad, para matarlo. El primero le descerrajó varios disparos que hicieron blanco en su cuerpo. El tiro de remate, cuando ya estaba en el piso, le ingresó por la tetilla izquierda y salió por la axila, pero no le tocó el corazón… En la actualidad los sicarios purgan su condena en Bouwer, la misma prisión en donde espera un juicio por jurados el sindicalista Eduardo Brandolín, quien está acusado de haberles hecho una “promesa remuneratoria” para que ejecutaran el asesinato.

Por Sergio Vaudagnotto

Alejandro “Caño” Roganti era el Secretario Gremial del por entonces llamado Sindicato Regional de Luz y Fuerza Sede Central Villa María. Renunció al cargo junto al Secretario de Organización, Sergio Hidalgo, luego de expresar ante una asamblea su desacuerdo con la forma en que se habían cedido los contratos de transporte de gas de Generadora Córdoba a empresas que operaban en el puerto Terminal 6, de Rosario, y de denunciar que el crecimiento del patrimonio del Secretario General de la entidad sindical, Eduardo Brandolín, no se correspondía con el cargo que desempeñaba…

-¿No imaginó las consecuencias que tendría asumir esa posición?

-Era lo que había que hacer… Pero, no, nunca imaginé que una persona podía llegar a ese punto…

-Fue baleado en la puerta de su casa, delante de su familia. En las primeras jornadas posteriores al hecho se pensaba que no sobreviviría… ¿cómo se encuentra mental y físicamente?

-Al comienzo fue muy importante el apoyo y la comprensión de la familia y los afectos. Y en eso mi mujer, Analía, cumplió un rol fundamental al contenerme y sacarme adelante a mí y a mis tres hijos. Y ahora, a once años de aquello, la actuación que está teniendo la Justicia, ayuda a curarme. A partir de que el fiscal René Bosio se hizo cargo de la causa, se me empezaron a resolver las expectativas que tenía y eso va tranquilizando y entonces la mente y el cuerpo también se van normalizando, curando. Acá hubo dos fiscales, sobre todo Daniel Del Vö, que no quisieron, no pudieron, no supieron o no los dejaron actuar.

-¿Usted se refiere a la búsqueda del autor intelectual, verdad? Porque cuando a las pocas semanas detuvieron en Paraguay a Sebastián Eve y tiempo después en España a Maximiliano Eve, usted manifestó que no tenía nada en contra de ellos, que habían sido usados, que los había perdonado…

-Es que era muy claro que había toda una organización por atrás… Que les habían planificado la salida del país, que había gente poderosa detrás… Después sabríamos que habían estado haciendo inteligencia los días previos en torno a mi domicilio y no eran los Eve, precisamente, quienes organizaban el acto criminal. Con el trabajo de mi abogado, Luis Juez, se fueron reuniendo los elementos de prueba, muchos elementos; grabaciones, filmaciones… Con los mismos elementos en la causa, luego de los apartamientos de los otros dos fiscales (Del Vö y Silvia Maldonado), llega Bosio y se pone a trabajar con independencia y valentía, porque entiendo que es un caso complejo que así lo exige. Y, como digo, con las mismas pruebas y valiéndose de las herramientas que tiene a su alcance el Ministerio Público Fiscal, en especial la Dirección de Investigaciones Operativa, que conocemos como Policía Judicial, llegó a imputar y ordenar la detención de Eduardo Brandolín, por considerarlo instigador del hecho, con triple agravante por el uso de arma de fuego, la alevosía y la promesa remuneratoria.

Junto al poderoso dirigente de Luz y Fuerza irán a al banquillo su allegado Miguel Valente y Débora Eve, considerados partícipes necesarios en el intento de homicidio, que conmocionó a la ciudad hacia finales de la década pasada.

-Lo que usted dice trasluce la confianza en el proceso oral, público y por jurados…

-Es que tanto las imputaciones como las prisiones ordenadas por el fiscal Bosio fueron apeladas en primera y segunda instancia, pero sus medidas fueron confirmadas tanto por el Juzgado de Control como por la Cámara de Apelaciones de Río Tercero. A la elevación a juicio ya no la apelaron… Entonces, mi confianza con lo actuado por el fiscal Bosio es tan grande como mi gratitud.

Fuente: www.eldiariocba.com.ar