La Deuda Externa fue una brutal transferencia de recursos a los beneficiarios de la sangrienta dictadura militar

Por Horacio Rovelli*

La Deuda Externa además de ser una hipoteca impagable para el pueblo argentino, fue una brutal transferencia de recursos a favor de la sociedad conformada por la minoría beneficiada por la sangrienta dictadura militar, y los también más que pagados bancos acreedores.

“En suma, las dictaduras blindadas y triunfalistas del pasado parecen haber sido reemplazadas por gobiernos grises que ofrecen poco y nada, montadas sobre aplanadoras mediáticas embrutecedoras. Siempre por detrás (en realidad por encima) de estos fenómenos se encuentran el aparato de inteligencia de los Estados Unidos y los de algunos de sus aliados. La CIA, la DEA, el MOSSAD, el M16 según los casos manipulan los ministerios de seguridad o de defensa, los de relaciones exteriores, las grandes estructuras policiales de esos regímenes vasallos y diseñan estrategias electorales engañosas y represiones puntuales” [1]

La frase de Jorge Beinstein demuestra la conformación de la principal mafia del país [2] que es la asociación entre las grandes empresas locales y extranjeras que dirige y/o controla lo que Beinstein denomina “el aparato de inteligencia de los Estados Unidos”.

Obviamente que el golpe militar del 24 de marzo de 1976 en la Argentina, como antes el del 11 de septiembre de 1973 en Chile y, en realidad, como la amplia mayoría de los derrocamientos de gobiernos civiles en la región y en muchos países del mundo, fueron impulsados por el gobierno de turno de los EEUU.

Podríamos hablar del “Rodrigazo” y del Plan de Martínez de Hoz, todos ellos monitoreados por la Embajada y el FMI, existe como prueba irrefutable de lo que afirmamos, los 125 documentos secretos enviados por la Embajada de EEUU al, por ese entonces Secretario de Estado, Henry Kissinger, entre julio de 1975 y mayo de 1976, que los EEUU mismos dieron a conocer en el año 2013, donde -por ejemplo- consta el Informe en clave de la Embajada de los EEUU denominado “Terrorismo industrial: la lucha guerrillera en la base de la fábrica” en referencia a las Coordinadoras de los Gremios en Lucha que se fueron formando a principios de la década de los 70 y que trataban de representar digna y valientemente a los trabajadores.

El Embajador de ese país en la Argentina 1973-1976, Robert Hill, informa a Henry Kissinger de todo el proceso, primero la Embajada, tras el fracaso de imponer el plan de ajuste denominado “Rodrigazo”, apoya a la gestión de Antonio Cafiero y a Lorenzo Miguel, fracasado el intento ante el descontento de la población, apuntalan la salida por el golpe militar.

En octubre de 1975 la Embajada fue informada por los peronistas Victorio Calabró y Luis Rubeo, que los tres comandantes militares han decidido exigir la renuncia de la Sra. de Perón y, si ella se niega, someterla a arresto domiciliario hasta que se la enjuicie por malversación e inmoralidad en sus funciones.

El informe 08456 de la Embajada, que firma el Embajador Hill, revela que monseñor Tortolo habría transmitido a la Sra. de Perón la insistencia de los tres comandantes en jefe para que ella se alejara del poder. A su vez, ella en cambio indicó su voluntad de seguir, ofreciendo cambiar el gabinete con la renuncia de su secretario privado Julio González y del dirigente del sindicalismo Lorenzo Miguel.

La Presidenta pide la mediación del nuncio Monseñor Pío Laghi, quien a su vez le cuenta todo lo hablado al embajador Robert Hill.

La Embajada adoptó una posición de total discreción, porque no quería quedar ligada al golpe militar como lo estuvo en 1973 en Chile. De hecho, Robert Hill se tomó unas oportunas vacaciones unas semanas antes del 24 de marzo de 1976.

El plan de la dictadura militar es básicamente el mismo que propone el FMI desde siempre, aún ahora, que los políticos del país mienten diciendo que es “otro fondo” y las medidas son:

a) Control de las industrias básicas, las finanzas y el comercio exterior, que se logra si esas actividades están en manos privadas, que por la ley de concentración y centralización de capitales terminan en monopolios.

b) Monopolio de la tecnología y del conocimiento.

c) Necesidad de importar insumos industriales estratégicos (coeficiente técnico de importación) y de esa manera se tiene el control de lo que se produce y se consume en la Argentina.

d) Necesidad de recurrir al endeudamiento condicionando el presente y el futuro del país.

e) Libertad de entrada y salida de capitales.

La actitud confesada de la Embajada de los EEUU, además de intromisión en los asuntos de un país extranjero, donde el golpe militar fue organizado y planificado en connivencia con los EEUU, lo demuestran los “cables” secretos que el mismo gobierno de los EEUU dejó conocer. Habría que ver dentro de 30 años y si se publican los informes de la Embassy con el Departamento de Estado de los EEUU, que apreciaciones hacen.

30.000 personas desaparecidas, 10.000 presos, gran parte de ellos, trabajadores y representantes gremiales enfrentados a la patronal y a la burocracia sindical, la existencia de centros clandestinos de tortura y muerte en todo el país.  Y antes, la Triple AAA, que dependía de José López Rega[3], que siempre fue el contacto de la Embassy con Perón, con el asesinato de Antonio “Tito” Deleroni, de Ortega Peña, del Padre Múgica, de Silvio Frondizi, de Julio Troxler y muchos más, a los que o los fueron a buscar a la casa, o en zona “liberada” por las fuerzas de seguridad, desarmados y de civil, los mataban cobardemente.

Esa dictadura mafiosa benefició a un grupo de empresarios nucleados en el CEA (Consejo Empresario Argentino) y que fuera creada en el seno de IDEA en 1967 en apoyo a Krieger Vasena, su presidente antes del golpe fue José A. Martínez de Hoz y como tal propició el acuerdo patronal “APEGE”. Propuso “El Consenso de Washington” aún antes que existiera como tal y se integró por las empresas más concentradas del país. Desde el año 2002, el CEA se fusionó con la Fundación Invertir, conformando la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

Conspicuos miembros del CEA fueron: Armando Braun, dueño de la cadena de supermercados La Anónima, de los Astilleros Astarsa, de Aconcagua Seguros, el Banco General de Negocios, el Banco Argentino de Comercio y parte de Austral Líneas Aéreas, el mismo que dijo ahora que su deporte preferido era remarcar precios. Los Rocca de Techint; los hermanos Bulgheroni; Eduardo Huergo de Minera Aguilar y de IKA-Renault; Oberdan Salustro de FIAT; y Douglas Kitterman de Ford. Todos ellos en el año 1975 se reunían en la mansión de la calle Azcuénaga 1.673 en el barrio norte de la Ciudad de Buenos Aires, propiedad de la familia Blaquier-Larrieta. Se reunían para conspirar con los generales Guillermo Suárez Mason, Alcides López Aufranc, Federico de Álzaga y Omar Riveros, asesores del futuro gobierno militar como Jaime Perriaux y Hugo Miatello (Jefe de la SIDE inteligencia entre 1971-1973), junto a Mario Cadenas Madariaga, dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y secretario de Agricultura bajo la gestión de Martínez de Hoz, Horacio García Belsunce y Ricardo Mansueto Zinn (FIAT), Guillermo Zubarán (Secretario de Energía de Videla), Enrique Loncan (Barrick Gold y Banco Gral de Negocios) y Juan Etchebarne (CNV) y elaboraron el plan económico de la última dictadura cívico-militar.

Una vez llegado al gobierno llevaron adelante costosas obras públicas y allí, aparece como contratista del Estado, la firma SIDECO americana, que presidida por Franco Macri estaba asociado a la FIAT y fue el encargado de la construcción de la Central Nuclear Atucha, la Central Hidroeléctrica de Salto Grande, el Puente Internacional Encarnación-Posadas, y participa en la obra de Yaciretá, entre otras.  Y lo mismo hicieron Pérez Companc con su constructora SADE; la Constructora del Grupo Techint; Benito Roggio; la española Dycasa; la Constructora Petersen de la familia Eskenazi; el Consorcio Gasoducto Centro Oeste Sociedad Anónima (Cogasco), una compañía controlada por la estatal holandesa Nacap junto a las locales Tecsa S.A. y Pamar S.A. que fue la que tomó más deuda externa en ese período. Etc., beneficiadas por sobreprecios por los que se les denominó “la patria contratista”

Deuda que esas empresas y otras grandes nacionales y extranjeras como Alpargatas S.A., Banco Francés del Río de La Plata, Banco de Galicia, Bunge y Born S.A, Grafa S.A, Molinos de Río de La Plata, Loma Negra S.A, Ledesma SA, Acindar S.A., traspasaron al Estado (y con ello a la población) tras la derrota de Malvinas mediante los seguros de cambio, que estatizó la deuda liberando de este modo a las empresas deudoras de sus compromisos.

La deuda externa además de ser una hipoteca impagable para el pueblo argentino, fue una brutal transferencia de recursos a favor de la sociedad conformada por la minoría beneficiada por la sangrienta dictadura militar, y los también más que pagados bancos acreedores.

La dictadura cívico-militar no solo destruyó eslabones de la cadena de valor sustituyéndola y haciéndola dependiente de las importaciones (sustitución inversa), generando serios problemas estructurales y una deuda externa condicionante de los gobiernos posteriores, sino que logró convencer a una gran parte de la población que la única salida es la individual, que no existe un tejido social y que uno es fruto de su esfuerzo, sin interesarle (al menos interesarle) que sucede en la sociedad.

Pensamiento que se hace sentido común en los medios donde se propagan permanentemente esos valores, amén de considerar como ciertas, como verdad revelada lo que dicen una y otra vez los grandes medios, otorgándole esa potestad y sustituyendo el pensamiento propio, el razonamiento crítico que como seres pensantes debemos tener.

Obviamente que contaron y cuentan con la conducta cómplice de la burocracia sindical, reconvertidos en empresarios, como es el caso de todos ellos y ocupan por años y años, sin dejar participar a nadie, la secretaría general de su gremio.

También es mafiosa la conducta de gran parte de la Justicia Argentina, el caso “panamá papers” lo revela, el Juez de la causa acepta la versión que da Mauricio Macri en el año 2017 y después es ascendido en la carrera judicial  Esa relación mafiosa de gran parte de la justicia argentina con los servicios de inteligencia queda demostrados en el Dictamen del Juez Alejo Ramos Padilla en el caso de extorsión de un empresario bonaerense por un oscuro personaje, Marcelo D´Alessio, quién se presentaba como hombre de confianza del Fiscal Carlos Stornelli[4], quien (Stornelli) es el responsable como tal de la investigación de una “”rara” fotocopia de un cuaderno de un chofer de un ex Secretario de Obras Públicas, que acusa de haber pagado coimas a un grupo nutrido de contratistas del Estado, entre ellos a la firma IECSA (heredera de la Constructora SIDECO Americana de los Macri) que en esa época era presidida por el Arquitecto Ángelo Calcaterra, primo hermano de Mauricio e hijo de la hermana de Franco Macri y, después fue vendida al grupo Pampa Energía y rebautizada como Sacde (Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico), hoy asociada al Grupo Techint en la UTE (Unión Transitoria de Empresas) que ganaron la licitación y ejecutan la obra del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.

También es significativo el silencio ante el caso D´Alessio de los grandes medios, la sagrada “omertá”, de los beneficiados con la empresa “Papel Prensa” por la dictadura de Videla y hoy conspicuos miembros de AEA (Asociación Empresaria Argentina), los CEOS de los diarios “Clarín”, Héctor Magnetto, y de “La Nación”, Fernando Saguier.

La historia del presente

El Presidente de la Nación en la inauguración de las sesiones ordinarias del 1 de marzo de 2020, dijo: “Una deuda tomada por un gobierno irresponsable que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación. Tanta mala fe de los tomadores del crédito y tanto desdén de funcionarios políticos de un organismo multilateral por privilegiar a un gobierno en la coyuntura, no puede ser visto como un caso más…”

Con fecha 21 de mayo de 2020 el BCRA publicó el Informe “Mercado de cambios deuda y formación de activos externos, 2015-2019” y demuestra que de la deuda tomada en la gestión de Cambiemos, la “fuga de capitales” del período comprendido entre diciembre de 2015 y octubre de 2019 alcanzó los 86.200 millones de dólares.

Es más, ese Informe sostiene que en total, 6.693.605 personas físicas y 85.279 personas jurídicas (empresas) compraron los 86.200 millones de dólares durante la gestión de Cambiemos, pero los 100 mayores compradores de dólares, que son sociedades anónimas, adquirieron 24.679 millones de dólares

Ni el BCRA (que armó el listado), ni el gobierno nacional dieron a conocer los nombres de los que compraron las divisas en que se endeudaba el Tesoro de la Nación de la gestión de Cambiemos, pero sí lo hizo el semanario digital “El Cohete a la Luna” en una nota titulada “Los 100 de Macri”, del 24 de mayo de 2020, lista jamás desmentida por los interesados ni por el BCRA.  Entre esos grande fugadores están Telefónica Argentina SA con 1.248,2 millones de dólares y Pampa Energía SA con 903,9 millones de dólares[5]; Monsanto Argentina SA (donde hizo toda su carrera Gustavo Idígoras, actual Presidente de CIARA-CEC y conspicuo miembro del Consejo Agroindustrial Argentino); Grupo Clarín con Directv Argentina S.A. y Telecom Argentina SA; el grupo Techint con Ternium.SA, Tecpetrol SA; y Transportadora Gas del Norte; Hidrovía Paraná SA (que es la empresa que tiene la concesión del dragado del Río Paraná); Aceitera General Deheza, una de las grandes beneficiadas con las privatizaciones y concesiones del menemismo, Arcor SA de la familia Pagani; el Grupo Galicia de los Braun, Ayerza y Escasanny[6];  el Banco HSBC;  entre otros.

Igual sucede con las personas, donde 100 compraron 822,6 millones de dólares, entre ellos Néstor Ick de Santiago del Estero que compró 29 millones de dólares;  o el tucumano Emilio Luque que compró 17,8 millones de dólares;  también los Eskenazis de YPF y del grupo Petersen;  Claudio Belocopit del Siwf Medical; los Werthein socio de Blackrock en Pampa Energía; o de Mauricio Filiberti, socio de Vilas y Manzano en EDENOR SA,  sin embargo no se constata si en sus DDJJ de impuesto contabilizan esa compra.

Antes de pagar como estamos haciendo, sujetándonos al plan del FMI, se debe investigar la deuda para que la paguen los que la fugaron.

Jorge Beinstein en su libro citado sentencia: “En síntesis, democracia y oligarquía son históricamente incompatibles, la incomprensión de este hecho mayor ha estado en el origen de la derrota de los grandes movimientos populares”.

[1] El Lado Oculto De La Famiglia Macri – Jorge Beinstein – Ediciones Ciccus.  La represión y muerte de Facundo Molares en la Plaza del Obelisco en la noche del 10 de agosto de 2023 y la brutal represión al pueblo de Jujuy demuestra palpable y nítidamente el “mensaje mafioso”

[2] La  Mafia es la delincuencia organizada de un grupo estructurado de personas que existe durante cierto tiempo y que actúa concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la “Convención de Palermo” con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico, político u otro beneficio de orden material.

[3] El mucamo con infatigable servilismo consiguió llegar a Perón y Evita antes de su muerte. En 1962 con promesas políticas y esotéricas, se une a Isabelita. Luego en 1971 se vincula a la Logia Propaganda Due (P-2), fundada por el italiano Licio Gelli, que se acercó a Perón ofreciendo gestiones de reconciliación con la Iglesia y Estados Unidos para facilitar su regreso al país. El mucamo comienza a reportar al embajador de los EEUU en España, Robert Hill, quien cuando el peronismo llega al gobierno nacional argentino, pasa a ser embajador en nuestro país.

[4] Su padre fue el teniente coronel que encabezó la intervención de la ex Radio Belgrano durante la última dictadura cívico-militar y camarada de su ex suegro: Carlos Stornelli hijo se casó con Claudia Reston. La mujer, de quien luego se separó es hija de Llamil Reston, ex ministro de Trabajo de Jorge Rafael Videla y titular de la cartera de Interior de Reynaldo Bignone, hasta la vuelta de la democracia. Y Carlos Stornelli hijo, fue presidente de la Comisión de Seguridad del Club Boca Junior cuando su presidente era Mauricio Macri

[5] En ambas empresas (Telefónica y Pampa Energía) Larry Fink titular del fondo BlackRock, reconoce que tiene participación en su capital.

[6] Larry Fink  reconoce participación en el capital accionario del Grupo Banco Galicia por un 18,8% del total.

*Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).  

Fuente: www.infonativa.com