La nueva normalidad

Por Javier Lucero*

El miedo a que la muerte nos esté esperando al tocar un picaporte o que se nos suba al zapato mientras caminamos por una vereda está marcando a fuego este clima de época, como llama Ricardo Forster a los acontecimientos que se van registrando en el tiempo y en determinados espacios, en este caso, todo el planeta.

El temor, el aislamiento, la distancia social ¿empiezan a afectar también el sistema democrático? ¿Se comienza a recortar el espacio para el debate, el disenso, lo heterogéneo?

La aprobación exprés de la Reforma Jubilatoria en la Legislatura de la provincia de Córdoba implicó un fuerte golpe a los trabajadores provinciales y a los modos de la política. La reforma se fundamentó en que “los resultados de las proyecciones actuariales realizadas sobre la Caja de Jubilaciones muestran un acelerado empeoramiento de la sostenibilidad del sistema, esto implica que aún bajo supuestos optimistas de crecimiento de la economía, el Sistema Previsional cae en situación de no sostenibilidad debido al muy alto crecimiento en la cantidad de beneficios”. Un argumento que los legisladores opositores dijeron comprender y estar dispuestos a discutir, sin embargo, el Gobierno Provincial arrasó con esa posibilidad.

Shock

“Una vez que el virus se instale y nos hayan metido en un escenario de pánico, será más fácil la instauración de políticas de control, económicas y políticas que de otro modo detonarían protestas”, reza la doctrina del Shock, de la que advierte Naomi Kleim.

“Podrían haberse adoptado medidas tales como el diferimiento de la movilidad que estableció la ley 10.078, la prolongación generalizada de las edades de retiro o lisa y llanamente limita el haber jubilatorio al 75 % de la base remunerativa…”, dice el proyecto del Ejecutivo que luego fue ley. Como hablando para adentro. Como discutiendo consigo mismo, pero sin permitir el intercambio minucioso en la Legislatura (el proyecto fue presentado unas horas antes de ser tratado) y aprovechando un tiempo en el que no se puede protestar en las calles y donde la población está conmocionada por algo nunca vivido: Una pandemia entre nosotros.

A dos meses de la cuarentena, Schiaretti no dudó en disponer de casi 8 mil millones de pesos de los trabajadores mientras la gente para salir de su casa tiene que presentar un permiso de circulación.Y lo hizo también a costa del sistema, empequeñeciendo la democracia.

El Gobernador lleva al límite una de las encrucijadas que el politólogo Giovanni Sartori se plantea para distinguir democracia de autocracia. “Al cuestionamiento crucial de cómo impedir que la titularidad democrática del poder llegue a ser el biombo y la legitimación de un ejercicio autocrático del poder, la democracia literal no sabe responder”, dice.

En Río Cuarto

En un ejercicio que tuvo algunos rasgos similares al de Schiaretti, el Intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, avanzó con una jugada que se inscribe también en “la nueva normalidad”. Aunque hay que reconocer que el escenario local es mucho más complejo por los intereses particulares de todas las fuerzas políticas que competirán en las elecciones municipales. Si bien todas dicen estar de acuerdo con priorizar la salud también es cierto que no relegan la intención de mejorar sus posicionamientos.

Igual que en la provincia, el oficialismo en Río Cuarto escribió una norma que hizo llegar en horas de la madrugada del 27 de mayo a algunas fuerzas políticas y que debía firmarse antes del mediodía siguiente. Sin espacio suficiente para la discusión, el proyecto que prorroga el mandato del intendente hasta octubre y que fija las elecciones para el 27 de setiembre llega sin dar respuestas claras a varios interrogantes.

El camino elegido para esta transición no está en la Carta Orgánica siendo que ésta prevé que “de producirse un conflicto interno en el Municipio, sea de competencia de los organismos municipales o que atente contra su regular funcionamiento, debe suspenderse todo procedimiento en relación con la cuestión y elevarse los antecedentes al Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba para su resolución conforme con lo dispuesto por la legislación provincial respectiva”. Así lo expresa en el Título II de Acefalías y conflictos, artículo 146.

También hubo otras alternativas más apegadas a la Carta Orgánica que no fueron debatidas o explicados los motivos por los que se descartaron. Quizá hacia adentro tendrán respuestas, tal como sucede con la Ley de Reforma Previsional que en los fundamentos descartó algunas alternativas al ajuste, pero sin que las mismas fueran consideradas en una discusión plenaria.

¿Soberano?

En este terreno inexplorado quizá hubiera sido más rico enfrentar el debate.

La Carta Orgánica dice que “la soberanía pertenece al pueblo, el cual la ejerce por medio de sus legítimos representantes y por las formas de participación popular y democráticas previstas en la presente Carta Orgánica”.

Sin embargo, desde el 2 de julio esa soberanía ¿dejará de pertenecerle al pueblo hasta que pueda nuevamente votar? ¿No es importante que la ciudadanía sepa de qué se trata y por qué se sigue el camino adoptado?

G. Sartori habla de tres objetos y niveles de consenso: La aceptación a) de valores últimos, b) de reglas de juego, c) de gobierno. El primero es consenso a nivel de comunidad, consenso en la creencia de valores; el segundo es consenso social a nivel de régimen, sobre las reglas de procedimiento; el tercero es consenso a nivel de gobierno, sobre políticas de gobierno.

Dice también el politólogo que “el consenso que verdaderamente es condición necesaria es el consenso procedimental, el convenir sobre las llamadas reglas de juego”.

Justamente son estas las que se están discutiendo en estos días en la ciudad. ¿Gozan del suficiente debate? ¿Son esclarecedoras ante la opinión pública? ¿Participan todas las fuerzas políticas?

La nueva normalidad en la provincia ¿pretende quitarle el conflicto, la sal de la democracia, al sistema? ¿El poder político gobernante se vuelve más intolerante? ¿El manotazo a los bolsillos de los trabajadores será la última estocada contra los de abajo?

*Periodista. Secretario Gremial del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA) Seccional Río Cuarto

Fuente: www.retruco.com.ar