“Por décadas hizo lo que quiso, tenía contactos, dinero, poder e impunidad”

Eva María Molinelli Torres (41) comenzó hace 13 años un vínculo de pareja con el ex subjefe de la Policía de Córdoba y ex Director de Defensa Civil de la Municipalidad de Córdoba, Gustavo Folli Pedetta, detenido el miércoles último. Ella fue siempre su subalterna. La convivencia se formalizó a fines de 2015 y se rompió en el 2019, cuando él pasó a retiro y fue convocado por el entoncesIintendente Martín Llaryora.

Ella tuvo tres hijos antes de la relación con Folli. Durante sus 17 años de policía se capacitó en numerosas áreas y llegó a ser segunda jefe de la Dirección de Protección de Personas.

El fiscal Guillermo González imputó a Folli por los delitos de asociación ilícita, por hechos cometidos desde que fue jefe de Bomberos y por instigación al aborto, amenazas y abuso de autoridad en relación a Eva Molinelli Torres, en un contexto de violencia de género.

El diálogo con PERFIL CÓRDOBA, interrumpido en varios tramos por llanto y sollozos, comenzó por ese aspecto.

—Laboralmente era un superior mío. Si bien yo ascendí a comisario, él siempre tuvo superioridad. En un momento dependí directamente. Era subjefe de Policía y yo estaba en Protección de Testigos. En la relación hubo violencia verbal y física. En 2019 me mandó a hacer un curso a China. Fui obligada porque no quería dejar solos a mis hijos durante un mes. Cuando regresé, mi hermana me contó una situación. Ese día cometí un error gravísimo (se le quiebra la voz): pasarle el teléfono mientras yo hablaba con mi hermana. Ella le dijo lo que pasaba y comenzó a amenazarla, advirtiéndole que la haría correr del trabajo, que gracias a él lo había conseguido. Tomé el teléfono y le dije que lo iba a denunciar y que contaría lo que había pasado en todo ese tiempo y las cosas en las que andaba. Es todo lo que está investigando el fiscal y más aún.

—¿Cómo reaccionó él?

—Me dijo que si yo hablaba me iba a matar, que me destruiría la carrera. Lo cumplió. Al mes, movió sus influencias, la hizo correr a mi hermana, que tiene un hijo discapacitado. En su lugar puso a una amante para demostrar que podía eso y más. A mí me frustró un ascenso, para el que ya estaba lista. Habíamos comprado unos lotes en Mina Clavero para construir cabañas. Por culpa de eso, me amargó la vida y hasta me quitó la carrera. Yo amaba la Policía (llora). Empezó una persecución, iba a mi trabajo presentándose como director de Defensa Civil. Ya no estaba en la Policía pero a la gente de Protección de Testigos la hizo trabajar bajo sus órdenes. Yo quería que se terminara la relación, quería arreglar el tema económico. La plata que yo invertí en esos lotes era de mis hijos (sigue llorando). No quería perder todo. Pero cada vez que íbamos a una audiencia de conciliación él quería que le diera todo. Sino, la reprimenda era laboral.

—¿En qué momento ocurrió todo esto?

—En el 2019, cuando él ya no era subjefe de la Policía pero seguía teniendo autoridad en la fuerza. La jefa Liliana Zárate (Beletti) era condescendiente a todo lo que le decía. Conocía todo y lo permitió (vuelve a quebrarse) a cambio no sé de qué. En los pasillos se decía que él ofrecía cargos porque aseguraba que iba a ser ministro de Seguridad.

Protección de testigos
PROTECCIÓN DE TESTIGOS. Como segunda jefa de la División fue subalterna directa de Folli.

—¿Cómo interfirió en su carrera?

—Me destruyó laboralmente. De ser segunda jefe de un cuerpo especial me hizo dar el pase en enero del año pasado a una comisaría que era un contenedor, no tenía baño ni agua. Me vi obligada a sacar carpeta psiquiátrica porque todo iba a ser peor, si la jefa de Policía se prestaba para eso (se le quiebra la voz).Yo sabía que tenía que esperar que se fueran, pero no me dieron la oportunidad. El 20 julio (de este año) me quitaron el trabajo.

—¿La pasaron a retiro?

—Me apartaron obligatoriamente cursando una carpeta psiquiátrica con 41 años. Pregunté cuál era el motivo y me dijeron que era sin causa. Pedí mi legajo, todas las calificaciones eran 10. Yo estaba muy bien en mi trabajo. Tuve ascensos por mérito por mi desempeño. Me terminó quitando todo (solloza).

—¿Cuál es su situación ahora?

—Estoy retirada como comisario. Ese ascenso lo obtuve después de dos años, cuando en realidad me correspondía antes. Cuando me dan el retiro mi sueldo bajó 70% porque la Caja de Jubilaciones cuenta sólo 15 años de aportes. Tengo tres hijos y hoy mi sueldo es de $ 285.000. Con eso no puedo pagar un abogado para defenderme y quedé a merced de lo que él disponga.

Comisaría contenedor
COMISARÍA CONTENEDOR. En enero del año pasado, cuando la relación con Folli no tenía retorno, Molinelli Torres fue asignada a esa dependencia. Hasta entonces era segunda jefe de una división especial de la Policía.

—¿Escribió un libro?

—Viendo que esta mujer era tan inepta para conducir la fuerza, algo que no tengo problemas en decírselo a ella, estuvo mal manejada la seguridad en Córdoba. Mientras estaban matando gente por casos de inseguridad, hicieron una reunión en el salón auditorio de la Jefatura con las oficiales jefas de Capital e interior. Pensé que nos preguntarían qué ideas teníamos, cómo estaban los sectores donde trabajábamos; pero comenzaron a hablar del tamaño de los tacos que teníamos que usar del uniforme social… (llora). La reunión estuvo conducida por la directora general de Control de Conducta Policial, María Paredes. En eso ponía la cabeza esta gente mientras a Córdoba se la estaban llevando puesta. Esto fue en 2021. Por eso escribí “El final de la delincuencia, estrategias para recuperar la seguridad”. No hubo plan de seguridad. Sólo pusieron parches. Nadie se sentó a analizar cuál es el problema central, la prevención. Hay que estar encima del delito. Se pueden crear miles de cargos pero si no se enfoca a la prevención de los hechos no servirá de nada.

—¿Tiene miedo?

—Sí. No es una persona sola, es una red. Por eso pedí protección. También temo por mi familia.

—¿Qué más conoce de Folli?

—Hay un fiscal que está investigando y a quien agradezco, junto a su equipo. No quiero afectar la acción de la Justicia. Él tenía contactos, dinero en sumas incalculables, muchísimo poder e impunidad. Durante años hizo lo que quería. Esto viene de 30 años, mucho antes de conocerme a mí.

Fuente: Perfil Córdoba