Por Sofía Alberti*
La presentación de Derecho Laboral Feminista, fue el inicio de una nueva etapa de esta experiencia colectiva y sorora que, para mí en lo personal, es de las más importantes de mi vida. Paradójicamente me cuesta poner en palabras todo lo que tengo ganas de expresar.
Pero la generosidad de María Terragno, Paula Lozano y Luciana Censi, de considerar valiosa mi mirada en este material y poner todo para que parte del registro esté expuesto, ha sido enorme. Y lo subrayo. También el trato cariñoso y respetuoso de las demás autoras que expusieron magistralmente.
Fue un evento redondo, o espiralado porque irá en crecimiento, donde cada una aportó miradas diversas. Y eso lo hizo valioso y rico en sí mismo. El material que supieron (supimos si tomamos las fotos como parte del relato) construir en plena pandemia es nodal para esta etapa. Un esfuerzo de visibilizar y conceptualizar, relatar y analizar, de dar herramientas desde disciplinas varias y enfoques distintos.
Porque queda claro que por ‘derecho’ no entendemos sólo la ley escrita, sino la capacidad de transformar las correlaciones de fuerzas y el orden que nos impusieron, de conceptualizar la magnitud de nuestras luchas y de los ocultamientos que nos propina la historia escrita por el patriarcado.
Y eso no puede hacerse sin la existencia de movilización, lucha, peleas sectoriales y generales, construir espacios de poder sororos desde lógicas democráticas en pequeñas organizaciones y hacer un paro plurinacional e internacional de mujeres, diversidades, originarias, afro, lgtbiq+, y muches más. En cada espacio donde las mujeres y diversidades ponen voz propia y se organizan, se forja el derecho. Y se defenderán después las normativas que se logren.
Para cerrar quiero decir que hubo presencias que me llenaron de emoción, como las compañeras de SIPRUS, compañeras y amigas políticas que quiero infinito. De mi amiga y compañera Fátima, siempre dispuesta a resolver cuando yo me ahogo en un vaso de agua y que sacó fotos mientras yo no entendía bien mi rol arriba del escenario en vez de abajo sacando fotos –donde siempre estoy-.
De compañeros de Luz y Fuerza de Zárate con quienes comparto trabajo hace tanto y participaron con alegría de esta presentación. Las compañeras de ATE y CTA que siempre nos chocamos en ciudades distintas, en iniciativas diversas. Los compañeros aceiteros que hicieron tanto el aguante. Paloma, que estuvo a full colaborando con todo.
El libro se echó a andar pues. Pero viene empujado por una marea verde, violeta y multicolor, con trapos, cánticos y glitter que lo hará llegar a todos lados.
*Reportera gráfica. Periodista