“Si pretendemos formar estudiantes críticos tendremos que pensar qué escuela y qué forma de enseñar necesitamos, qué sociedad y qué país pensamos”

Laura Garcia Tuñón es docente jubilada, referente feminista y sindicalista. Forma parte del equipo de coordinación del ENDYEP (Encuentro Latinoamericano entre Docentes y Educadorxs Populares), que recientemente llevó adelante su tercer encuentro en Ciudad de Buenos Aires.

Por Federico Puy* y Camila Martínez **

A días de las elecciones 2023, en el marco del dossier “Educación, política y elecciones ¿cuál tiene que ser la propuesta de la izquierda”, consultamos a diferentes educadores y educadoras su mirada respecto a los programas educativos que se proponen desde las diferentes plataformas políticas. En esta oportunidad, compartimos la entrevista a la docente, ex legisladora porteña y referente en educación, Laura García Tuñón.

LID: ¿Qué argumentos y debates ves necesarios plantear frente a propuestas de voucherización de la educación que proponen desde sectores libertarios como el de Javier Milei?

LGT: Con estas propuestas, en donde prima el libre juego del mercado, se deja a los docentes, las familias y estudiantes librados a sus posibilidades individuales, en “competencia” con empresas y organizaciones poderosas. Las palabras equidad, calidad, participación, etc., ya no significan justicia, igualdad, democracia; sino privatización, reducción del gasto y control. Estos planteos entienden a la educación como bien de consumo y no como un derecho social.

Yo creo que la Educación es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Por eso la educación no puede quedar en manos del mercado, entregando vouchers, que ya han demostrado en países como EEUU o Chile que lo único que hacen es seguir sosteniendo escuelas ricas para los ricos y escuelas pobres para los pobres.

Es con más responsabilidad del Estado frente al derecho social a la Educación, con más presupuesto y sostenimiento del Estado que esto puede comenzar a resolverse.
Nosotros debemos retomar con fuerza el debate sobre qué entendemos por derecho social a la Educación y cómo garantizamos ese derecho. A su vez debatir y hacer conocer de qué maneras se va introduciendo la mercantilización de la educación en el sistema educativo.

LID: ¿Creés que en estos dieciséis años de macrismo en la Ciudad de Buenos Aires hubo un avance hacia una educación meritocrática y de mercado?

LGT: En la Ciudad de Buenos Aires el macrismo ha avanzado, año a año, en sus concepciones sobre la meritocracia y la mercantilización en la educación. A modo de ejemplo, una de las políticas de la meritocracia impuestas por el macrismo ha sido la subordinación a las pruebas estandarizadas. Ante esto, tendríamos que preguntarnos cómo hacemos para que los chicos aprendan a su ritmo y promover la autonomía si los propios docentes están alienados y constantemente presionados para cumplir con lo que el ministerio manda. Presionados para que enseñen lo que las evaluaciones estandarizadas miden.

Docentes que casi no tienen tiempo de encuentro con otros y otras docentes para pensar la escuela y lo que hacen día a día. Docentes precarizados y con cada vez peores condiciones de trabajo. Venimos de largos años de un proceso de deterioro educativo a través de hacer seguidismo de políticas neoliberales de los organismos internacionales como el Banco Mundial y las pruebas Pisa. Se impuso en las escuelas un enfoque de calidad de la educación basado en la medición de resultados a través de pruebas estandarizadas, cuyos resultados se presentan socialmente como único indicador válido de “calidad” de la educación, desconociendo que estos resultados son consecuencia de múltiples factores. Entre ellos la pobreza extrema, las diferentes violencias, las condiciones vulnerables en las que viven las comunidades y la falta de oportunidades educativas. Se ha impuesto un lenguaje tecnocrático que ha desplazado la pedagogía como discurso y el saber de las prácticas de maestras y maestros. A su vez, el macrismo ha introducido la mercantilización en la educación de la Ciudad a través de las pasantías laborales en el último año del secundario.

Otra expresión de esto lo podemos ver en la introducción de plataformas para la enseñanza. Este avance de las plataformas, se dio mucho más luego de la pandemia. Las plataformas, al ser manejadas por las grandes compañías capitalistas, introducen un sentido político de la educación que forma estudiantes en aprender a obedecer y a no cuestionarse provocando un vacío de significados en la formación de nuestros niños, niñas y adolescentes. El conocimiento es histórico, cultural, inserto en el universo de las múltiples relaciones sociales y es imposible que se dé a través de una plataforma. La educación no es la llave de las transformaciones sociales pero no tiene por qué ser la reproductora de la ideología dominante. Sin docentes, sin escuelas y mediatizando la educación con las herramientas tecnológicas de este tipo, sólo tendremos una educación al servicio de esas clases dominantes.

LID: ¿Pensás que la escuela pública sigue siendo, como se suele reivindicar desde sectores del peronismo, un espacio de igualdad y ascenso social opuesto a los valores de la meritocracia bajo una situación de ajuste del FMI a los presupuestos educativos y las familias?

LGT: Hoy la escuela pública dejó de ser un espacio de igualdad porque la desigualdad está instalada hacia adentro del propio sistema educativo estatal. Escuelas pobres para los pobres y escuelas un poco mejor, con mejores condiciones, para la clase media. Y esto está íntimamente relacionado a las condiciones de vida de las familias y los barrios en las que están insertas. Aunque sí muchas familias siguen sintiendo que la escuela es el único espacio de ascenso social.

El brutal ajuste dictado por el FMI, que el gobierno nacional y el de la Ciudad están haciendo sobre la población en general pero que repercute principalmente sobre los sectores más vulnerables, atenta contra la posibilidad de garantizar el derecho social a la educación de grandes sectores de la población. Ante esto, estoy convencida de que en momentos de crisis hay que aumentar los recursos de inversión en educación, especialmente después de la catástrofe que significó la pandemia especialmente en esta área. Pero por ahora esto no se refleja en las políticas nacionales ni en las provinciales. La educación sigue sin ser prioridad para ellos.

LID: ¿Cuál es la perspectiva educativa que tenemos que plantear desde la izquierda, no sólo en el marco de la campaña electoral, sino hacia la reconstrucción de una pedagogía crítica desde el socialismo?

LGT: Desde la izquierda, además de plantear las reivindicaciones sobre el presupuesto, el salario y las condiciones de enseñar y aprender, es fundamental que profundicemos y debatamos sobre el apagón pedagógico en el que está hoy la escuela. Si pretendemos formar alumnas y alumnos críticos, que piensen por sí mismos y que sean creativos, tendremos que pensar qué escuela y qué forma de enseñar necesitamos. Y esto está ligado a pensar en qué sociedad y en qué país pensamos.

Ya sabemos que lo que hoy tenemos no nos alcanza y poco les sirve a los chicos y chicas. Ya sabemos que si seguimos enseñando de forma tradicional, no fomentaremos en nuestros pibes y pibas pensamientos propios, sino el repetir y obedecer lo que otros piensan y creen. Tenemos que armar redes de docentes, estudiantes y familias para pensar nuevas formas y nuevas pedagogías, para que los chicos y chicas tengan ganas de ir a la escuela a aprender cosas nuevas, a aprender a vivir en sociedad. Tenemos que poner patas para arriba cada aula y espacio educativo para que la escuela sea un lugar feliz al que todos tengamos ganas de ir. Pero jamás en soledad, pensemos en colectivo. Las concepciones de la educación popular y sus pedagogías nos pueden dar muchas herramientas para esto.

Sabemos que necesitamos una transformación pedagógica y cultural. Necesitamos un gran debate educativo que reconozca los saberes científicos sociales y culturales de nuestras comunidades, para formar una ciudadanía crítica que responda a los desafíos de estos tiempos.

LID: ¿Qué opinión te merece la recuperación que estamos haciendo de la obra de Lev Vigotski para pensar las problemáticas pedagógicas actuales?

LGT: Me parece muy interesante que estén recuperando los aportes teóricos de VigotskI, ya que es importante que los y las docentes puedan entender que el aprendizaje ocurre a través de la interacción social y cultural (que no es un hecho individual), que tenemos que tener en cuenta el contexto social y cultural en el aula y la escuela y que estos textos ayudan a reflexionar sobre cómo se organizan los aprendizajes, a repensar las prácticas pedagógicas y a promover cambios significativos, que respeten la diversidad cultural y la creatividad.
Esto sirve para repensar la tarea docente.

LID: Para finalizar, te invitamos a agregar lo que quieras respecto a estos y otros debates educativos.

LGT: Yo creo en una escuela que a los docentes nos permita, con nuestra praxis, “atravesar muros”, cruzar las fronteras de los conocimientos permitidos. Que posibilite que los chicos y chicas pongan en juego su propia cultura y poder aprender a pensar en otro mundo posible y poder transformarlo Y que la tarea docente no se restrinja al desarrollo de una clase, sino que se formen espacios de construcción colectiva del conocimiento, en el cual estudiantes y docentes puedan crear y recrear. Que nos posibilite pensar en nuestra propia práctica y buscar fundamentos teóricos que nos auxilien en esta ardua y compleja tarea. Es por esto, que no tenemos que seguir maquillando la escuela que hoy tenemos, sino transformarla colectivamente.

*Docente. Secretario de Prensa de ADEMyS

**Docente de Nivel Primario

Fuente: www.laizquierdadiario.com