1º de Mayo: Desigualdad y precarización laboral

Por Jesús Chirino*

Este 1º de Mayo vuelve a encontrarnos a los trabajadores y las trabajadoras en medio de una compleja situación socio-económica que pega más duro en los hogares de nuestro sector. Situación compuesta por elementos de este tiempo (incluso internacionales), pero también por factores añejos que profundizan las desigualdades.
Actualmente la profunda desigualdad de ingresos se ve profundizada por la inflación que erosiona el poder adquisitivo de los sueldos, jubilaciones y cualquier otro ingreso que tenga la familia trabajadora. El aumento de los alimentos resulta terrible en los hogares donde los ingresos son dedicados, mayoritariamente, a la compra de los mismos.
Según los datos oficiales del INDEC para el cuarto trimestre de 2021 la tasa de desocupación fue del 7,0%, de la Población Económicamente Activa (PEA), pero los subocupados llegaron al 12,1%, mientras quienes trabajan pero demandan aumentar sus ingresos con más trabajo junto a los que pudiendo trabajar más horas no demandan eso, alcanzaron el 11,4% de la PEA. Por lo cual un 30,5% de la PEA posee problemas de trabajo y presiona sobre el denominado mercado laboral. También tenemos que del conjunto de personas empleadas, sólo el 73,0% son asalariadas, de las cuales el 33,3% no cuenta con descuento jubilatorio. Otro dato importante es que el 23,0% de quienes trabajan los hace por cuenta propia.
Esta información nos dice que la precariedad laboral es un dato objetivo en la realidad laboral argentina. Y eso significa una merma en el acceso a los derechos básicos de quienes trabajamos. Sobre quienes no cuentan con aportes jubilatorios, por no estar debidamente registrados, nada dice el sector privado contratante que evade impuestos y aumenta sus ganancias no respetando los derechos de los trabajadores. Tampoco dicen mucho quienes desde los diferentes niveles del Estado precarizan las relaciones laborales.
Escuchamos plantear la necesidad de que la Economía crezca pero poco se dice de modificar radicalmente el patrón distributivo. Si planteamos crecer con la misma injusticia en el reparto no estamos muy lejos de la “Teoría del Derrame”.
Nuestro querido país no saldrá de esta difícil situación siendo los mejores alumnos del FMI y reconociendo una Deuda ilegítima, sin cuestionarla legalmente como corresponde. Vamos a repetir y argumentar, hasta que se entienda, que la gran Deuda es con el pueblo trabajador y que las estafas no se pagan.
*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Delegado Normalizador de la CTA Autónoma Regional Villa María