Aumentó el número de merenderos en Río Cuarto

En los últimos tres años los merenderos aumentaron su número, según datos oficiales pasaron de 100 a 150, sólo entre los que asiste la Municipalidad.

Además, se estima que hay al menos otros cincuenta que funcionan con organizaciones que no reciben apoyo del Estado o particulares que, sensibilizados, hacen sus propias copitas.

Gastón Chiesa, de la Fundación 2030, realizó un estudio sobre el funcionamiento de las copitas de leche.

“Allí los niños realizan tareas de juegos, los deberes, tareas religiosas y es muy interesante ver el proceso de cohesión social. Pero quienes trabajan en los merenderos observan que hay una dificultad de retener a los niños, porque aproximadamente a  los 13 años dejan de asistir de esta institución y es un problema grave porque las opciones a estos niños es que van porque sus padres trabajan, o no los puedo cuidar, entonces esos niños se encuentran con una situación muy desprotegida a nivel institucional”,comentó Chiesa.

La alimentación en los niños sin embargo está entrelazada con una  problemática muy compleja que incluye salud, educación, violencia familiar, adicciones, desempleo y una lista larga de la que Analía Ramón, del Merendero “Rayito de Sol”, de barrio Alberdi, enrolado en el Movimiento de Acción Popular (MAP-CTA) retrata como una radiografía social.

En diálogo con Radio Río Cuarto comentó que las necesidades nunca acaban,“siempre se necesita la colaboración de los ciudadanos y que el municipio se haga cargo de lo que necesitamos para abastecer a la gente del barrio, trabajamos con 50 familias, tenemos 90 niños y necesitamos calzado, abrigo, pasamos un invierno muy duro, necesitamos colchones, trabajamos con la gente en situación de calle”.

Ramón comentó que desde el merendero “Rayito de Sol” se está haciendo una huerta, realizan talleres de fútbol, kung fu, rugby, manualidades, “estamos haciendo un trabajo social bárbaro y necesitamos que el municipio nos de lo que nos hace falta, no migajas, que se de lo que sea digno para la gente, que no se negocie, porque esto es una emergencia social. Nos hace falta dar apoyo escolar, hay chicos que no son tratados en salud, necesitamos ayuda contra la violencia hacia la mujer”, remarcó la dirigente de la CTA Autónoma Río Cuarto.

Relató que es normal que se queden sin gas, como el día jueves de la semana pasada que sólo pudieron hacer la salsa y le dieron una bolsa de arroz a cada persona para que lo cocinara en su casa. “La situación de quedarnos sin gas es normal, nos cuesta solucionar mucho estos temas, pero nos gusta hacerlo, y sabemos que cuando algo nos falta estamos todos unidos”.

Los merenderos parecen ser apenas la puerta de ingreso a un mundo de necesidades donde el Estado, y los propios vecinos, pese a su voluntarismo, están bastante lejos de resolver.

Fuente: www.lv16.com.ar