Chau Rubinstein, no te creo nada

Por Daniel Godoy*

La grosera maniobra de publicar en el Boletín Oficial y la posterior derogación del Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la Interrupción Legal del Embarazo ILE, muestra otra vez la peor cara del gobierno saliente: desconoce derechos incluidos en nuestro Código Penal desde 1921 y deja a la vista la brutal interna desatada en el macrismo, en cuya debacle el renunciado Rubinstein intenta generar un escape “progre” de un gobierno neoliberal y neoconservador, del que fue un “digno” exponente.

En términos formales, la actualización del protocolo de abortos no punibles fue una grosería institucional: El Boletín Oficial lo publica, después se desmiente, hay amenazas de renuncia, la Ministra Stanley declara que no sabía, que el Secretario de Salud no lo había comunicado… Un descaro que concluye con el veto de Macri al protocolo y la renuncia del secretario Rubinstein.

En cuanto a la interpretación política, no se puede pensar que sucedió una “desinteligencia”, ni siquiera un cambio de pareceres que subió de tono, sino que se asemeja a un pase de facturas a una parte de una pieza de la interna macrista que implosiona, se derrumba y estalla por los aires. Y las fugas también se planifican…

Lo de Rubinstein, también puede interpretarse como un movimiento “tribunero”, pretendiendo “quedarse” en la referencia del Movimiento de Mujeres y del Derecho al Aborto en la Argentina, atado a la tensión que se ha desatado por la apropiarse de la centralidad del espectro opositor al nuevo gobierno.

En términos legales, la actualización del protocolo del 2015 no estaba imponiendo nuevos criterios para este tema, sino que estaba actualizando una norma de procedimientos como es el Protocolo ILE, a los nuevos marcos legales y científicos.

A no confundirse! Rubinstein va a pasar a la historia sanitaria argentina como uno de los ministros más funestos, del gobierno más funesto que la Argentina ha tenido en los últimos sesenta años respecto de la materialización del derecho a la salud. Su actuación fue decisiva en la instrumentación de la repudiada Cobertura Universal de Salud (CUS), que es el programa que más ha vaciado, más ha desatendido y más ha puesto en la cornisa de la privatización al sistema público de salud en la Argentina.

¡Chau Rubinstein, no te creo nada!

*Director del IDEPSALUD ATE