Mientras la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA-A) cuestionó en durísimos términos al Intendente Municipal de Villa María, Martín Gill, por no sumar a ese gremio y al Centro de Jubilados Municipales del Interior de la Provincia de Córdoba -entidad afiliada a la CTA-A- a la Mesa de Negociaciones Paritarias, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), solicitó formalmente una audiencia al Jefe Comunal.
“Solicitamos nos reciba en conjunto a una compañera del Área de Salud, afiliada del UTEM enmarcada en la CTA Autónoma de la Provincia de Córdoba, con el fin de poder conversar respecto a la situación que los y las trabajadoras están atravesando el día de hoy en los distintos sectores del organismo municipal”, consigna la nota firmada por Federico Giuliani y Gustavo Vilches, Secretario General de la CTA-A Provincial y su par de la Regional Villa María, respectivamente y que ingresó este miércoles por Mesa de Entradas de la Municipalidad.
En tanto, la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA-A) difundió una dura declaración respecto a la situación de precarización laboral y magros salarios que se perciben en el Municipio de esa ciudad.
“Martín Gill, Intendente de Villa María, retomó negociaciones partidarias pero renunció a sumar tanto a los jubilados como a la UTEM- CTAA. La democrática propuesta de estas dos entidades tenía el espíritu de enriquecer el diálogo en pos de lograr la concreción de empleo digno en el Municipio local. Lamentamos esta actitud contraria al diálogo de parte del Intendente, reforzada en la negación de recibir a las autoridades de nuestra entidad gremial que no sólo cuenta con el registro en el Ministerio de Trabajo de la Nación sino con el respaldo de la CTA-A, Central que integra y que cuenta con la Inscripción Gremial.
“Decimos esto porque funcionarios municipales saben usar como argumento la supuesta falta de ésta para que el Intendente dialogue. No sólo tenemos toda la legalidad necesaria sino la legitimidad suficiente para decirle que no puede tenerse tal actitud en contra de nuestros representados, nuestras entidades gremiales (UTEM y CTA-A). También queremos manifestar que por lo que conocemos, entendemos que nos nos quiere en la mesa de negociación para así poder plantear sueldos que escapan a las necesidades de los trabajadores y trabajadoras municipales.
“Resulta intolerable que no se fije un Salario Mínimo Municipal que supere la línea de pobreza. También es inadmisible que no se hable de los/as facturantes, personal que hace un año no recibe aumento alguno.
Es claro que el Intendente no quiere hablar de la necesidad de quienes trabajan. No puede ser que se paguen sueldos de $ 13.500 para facturantes; $16.500 para personal de planta; $400 por cada sábado que se trabaja en la Biblioteca Municipal, y se mantenga cerrada la escucha a las denuncias de Violencia Laboral que hacen nuestras compañeras pretendiendo desprestigiar las mismas con argumentaciones machistas.
“También vemos que se cierran los ojos ante los altísimos índices y la feminización de la precarización laboral en el Municipio. Quizás Gill no está debidamente conectado con la realidad municipal y los mandos medios no le informan, le otorgamos ese beneficio de la duda.
“Nos parece imposible que no le contestara a los jubilados a la UTEM-CTA. Nos resulta difícil entender que quiera cerrar los ojos ante la realidad del empleo municipal. Menos nos convence que el Intendente pretenda que algunas empleadas y empleados municipales trabajemos bajo condiciones no dignificantes y cobremos sueldos miserables.