La pandemia puso en carne viva el problema del hambre en nuestro país. Con Alberto Morlachetti y el Movimiento Nacional Los Chicos del Pueblo se propagó a los cuatro vientos una denuncia que se convirtió en grito justiciero: El Hambre es un Crimen. La miseria está planificada. La pobreza no es un castigo divino. Es una decisión consciente de los que mandan. Y hoy, con el alevoso nivel de deterioro social, la seguimos padeciendo en vivo y en directo.
El hambre no espera. No sabe de burócratas, oportunistas, ni traidores. Al hambre se lo combate con solidaridad, organización y unidad popular. Entre todos los que creemos en una sociedad sin explotadores ni explotados, en una sociedad de iguales.
La Secretaría de Asistencia Social, de acuerdo con el Estatuto de la CTA, tiene por objeto: ” a) organizar una obra social de los trabajadores que garantice la plena participación de los beneficiarios y la elección directa y democrática de sus autoridades, b) coordinar con las entidades no gubernamentales las políticas sociales en los ámbitos territoriales, c) peticionar y representar a la entidad por ante los organismos de los Estados Nacionales, Provinciales
y Municipales que se ocupen de la asistencia social de la población”.
Pues bien, Federico Giuliani, quien va por su reelección como Secretario General de la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba, tiene a su cargo la presentación de quien ocupará ese cargo en representación de la Lista Nº 1 “Germán Abdala” en las elecciones del 11 de marzo.
“Blanca es una luchadora consecuente en la defensa de los derechos de los que menos tienen. Desde la Huerta Comunitaria y el Merendero ‘Dulzuras’ en Barrio Renacimiento de Córdoba Capital, irradia su acción solidaria y comprometida formando parte de una experiencia colectiva que nos enriquece y potencia como Central”.
“Con ese laburo barrial como carta de presentación, Blanca Fanic, de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTAA), será nuestra candidata a Secretaria de Acción Social en la CTA-A de la provincia de Córdoba”, redondeó.
Para Giuliani, “la olla popular en esta etapa signada por la crisis galopante es un símbolo de unidad. Para decir que el pueblo no es material descartable. Acá no sobra nadie. Acá no se rinde nadie. Para terminar con el hambre hay que dejar de pagar la Deuda Externa, gravar con impuestos a las grandes fortunas y meterle mano a las rentas extraordinarias”.