La iniciativa conducida por el capitán de navío Oscar Verón, de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA), nació en 2008, el mismo día en que se cumplió el 80 aniversario del natalicio de ese gran luchador, revolucionario, humanista y defensor de las causas justas, al calor de una iniciativa de un grupo de trabajadores navales de la Isla Demarchi, un extenso predio en Buenos Aires donde conviven astilleros y depósitos portuarios.
Fue en un día mágico, una aventura cargada de emociones, con un reto grande y una misión histórica: Trasladar en un barco desde la ciudad de Buenos Aires hasta Rosario, la tierra natal del Che, el primer monumento en bronce al Guerrillero Heroico, realizado por el escultor argentino Andrés Zerneri.
Desde entonces sus creadores asumieron este proyecto ‘ante el Che, Camilo Cienfuegos y Fidel Castro, el compromiso total de ser voceros y difundidores de la Revolución del pueblo cubano, sus ideales. sus realidades y fundamentalmente sus obras solidarias con el mundo’, señalan sus gestores.
Esos trabajadores y militantes de ATE-Vías Navegables se juntaron poco a poco para realizar una tarea histórica que ha trascendido a una simple navegación. En la mítica Isla Demarchi nace con mucha fuerza este espacio, que toma el desafío y el compromiso de difundir y defender los ideales del Che, de Fidel, que son los de la Revolución Cubana.
En estos 12 años el espacio ha ido creciendo y ha estado en múltiples iniciativas dedicadas a fomentar los lazos de hermandad entre Cuba y Argentina.
Ha corrido mucha ‘navegación política’ desde Jujuy, desde Misiones a Tierra del Fuego, en el punto más austral de la geografía argentina, hablando de la realidad de Cuba, de su gente, de su obra solidaria a través de programas como Operación Milagro, Yo si Puedo o sus brigadas de salud, por solo citar algunos ejemplos.
Seguimos construyendo historia, participando muy activamente en el Movimiento Argentino de solidaridad con Cuba. Hay muchísimo más para recorrer, subraya su principal gestor, Oscar Verón.
Los postulados de este grupo de trabajadores portuarios siguen en pie, como ellos mismo afirman, por la Revolución cubana y contra todas las injusticias que asole a los pueblos del mundo.