Fábrica sin patrones

Por Fernando Aiziczon

Cada primero de octubre, obreros y obreras conmemoran en Neuquén el inicio de la experiencia de gestión obrera más radicalizada que conoció el ciclo de luchas sociales en la Argentina de fines del siglo XX. Reconocida mundialmente, FaSinPat ha renovado el debate sobre los modos de acción y lucha del movimiento obrero, así como sobre las alternativas posibles al capitalismo.  

El 1 de octubre del 2002 lxs obrerxs de Cerámica Zanón decidieron en asamblea ocupar la fábrica y ponerla a producir. Inaugurada en Neuquén en 1979, Zanón había llegado a ser una de las mayores fábricas de pisos cerámicos y revestimientos de América Latina. Sin embargo, hacia fines del siglo XX la patronal comenzó a profundizar medidas de reducción de costos laborales: ya practicaba sistemáticamente despidos, suspensiones, e incluso amenazaba con cerrar si persistían las acciones de resistencia que lxs obrerxs habían comenzado a desplegar algunos años antes.

En efecto, durante 1998 la Lista Marrón ganó las elecciones a comisión interna, y, dos años más tarde, conquistó el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN) desplazando a la conducción burocrática que lo controlaba desde su fundación (1983) y actuaba en complicidad con la patronal. Este triunfo fue fruto de las luchas previas contra todo tipo de arbitrariedades patronales y maniobras sindicales. De allí que la Lista Marrón llevara entre sus principios la práctica de la asamblea y la acción directa. Al mismo tiempo, esta fue incorporando el vocabulario del clasismo aportado por el activismo de izquierdas presente en la nueva conducción del gremio: la revocación de mandatos, la representación de minorías, el control obrero de la producción, las invocaciones al socialismo. Todo lo cual quedó plasmado en la reforma de los estatutos del SOECN del 2005, que declaró explícitamente que la lucha debía orientarse hacia “una sociedad sin explotadores ni explotados”.

Inscripta en aquel ciclo de luchas coronado por la rebelión popular de diciembre de 2001, Zanón es sinónimo de cortes de ruta, piquetes, ollas populares, alianzas con otros sectores en lucha, solidaridad entre ocupados y desocupados, e incluso participación en la contienda electoral, tal como sucedió en 2011 cuando ingresaron a la legislatura neuquina los primeros diputados ceramistas mediante la alianza entre la Lista Marrón y el Frente de Izquierda. Al mismo tiempo, implicó prácticas como la donación de material a escuelas, hospitales y tomas de tierras, la solidaridad con comunidades mapuche y hasta la puesta en funcionamiento de una escuela en su interior.

Aquella asamblea que decidió el avance en la gestión fabril, resolvió también modificar el nombre: así, Zanón pasó a denominarse FaSinPat, fábrica sin patrones. Atravesando crisis económicas y tensiones internas, expropiada finalmente en el año 2009, la riqueza de esta experiencia es tal que continúa viva, generando debates en el movimiento obrero y el activismo. FaSinPat es uno de los frutos más perdurables del gran auge de luchas que recorrió la Argentina en el cambio de siglo y una invitación a la revitalización del ideario de las izquierdas en base a las tradiciones de lucha de la clase obrera.

Fuente: www.historiaobrera.com.ar