“La Casualidad”: Historia de la mina salteña de azufre que fue cerrada por la dictadura

El libro “Seccional La Casualidad de ATE Salta” reúne testimonios de ex trabajadores y descendientes de mineros que extraían azufre a 5 mil metros de altura. Fue cerrada el 22 de noviembre de 1979 por José Alfredo Martínez de Hoz.

El autor del trabajo es el periodista y revisionista histórico Daniel Parcero quien viene realizando una labor de rescate de la memoria histórica de los trabajadores estatales y ya lleva publicados 23 libros. En el caso del libro que presentó en Salta durante el mes de noviembre del 2021, el autor declaró entonces al diario Página 12 que revisando documentos de este sindicato dio con actas que hablaban de la Seccional “La Casualidad” de ATE, que ello le llamó la atención porque en ese tiempo las seccionales llevaban el nombre de la ciudad donde estaban y el no conocía ciudad argentina con ese nombre. Recién en la provincia de Salta, por una conversación casual supo que “La Casualidad” era hoy en día un campamento abandonado en la alta montaña.

Según la reconstrucción que realizara en el trabajo, la historia de la mina se inició en 1940 con el hallazgo casual de azufre, en 1947 el 50% de la empresa fue adquirida por la Dirección General de Fabricaciones Militares y en 1952 el total del paquete accionario fue adquirido por el Estado Nacional y la firma pasó a llamarse “Establecimiento Azufrero Salta”.

Ese año comenzó la organización sindical de los trabajadores. Cerrada en 1955 con la caída del Gobierno de Perón, muchos de los “obreros sindicalistas son perseguidos, son despedidos. Pero la mina sigue funcionando y cuando se recupera la democracia en 1973, primero con el período de Cámpora, y después con el principio de Perón, vuelven a sindicalizarse los trabajadores, consiguen mejores condiciones de trabajo frente a la precariedad que había vuelto a instalarse en la Mina, pero sorpresivamente, cuando cae el Gobierno, casi tres años después aparece un Decreto de Martínez de Hoz por el que se cierra la Mina con aquel argumento que tenía la dictadura de que había que achicar el Estado para agrandar la Nación”.

Parcero recordó que cuando se cerró la mina vivían entre 3 mil y 3.500 personas, y alrededor de 600 hombres eran azufreros. “No soy historiador, soy revisionista, así que fui a buscar los testimonios de quienes todavía viven, que nacieron en la mina, crecieron en la mina y que de la mañana a la noche, aquel 22 de noviembre, ya con la Gendarmería instalada en el campamento tuvieron que irse, de la ‘Estación Caipe’, que estaba ahí cerquita, que es por donde pasaba el tren que transportaba el azufre a la ciudad capital”.

Las ruinas del campamento se ubican a 5 mil metros sobre el nivel del mar en el Departamento Los Andes, casi en el límite con Chile y a más de 500 kilómetros para llegar al campamento de “La Casualidad”. En los últimos años se volvió una referencia constante de ex trabajadores, ex habitantes y descendientes, que desde 2005 regresan a ese lugar a recordar y honrar a sus muertos.

Fuente: www.cuarto.com.ar