Fútbol y discriminación: Un apunte de INADI que nos desorienta

Por Daniel Rodríguez

El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) presentó -juntó a la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual-, una publicación para periodistas y medios de comunicación con el fin de “promover el impacto positivo de las coberturas y evitar la reproducción de prejuicios, información falsa y vulneración de derechos” de cara al mundial de fútbol Qatar 2022.

Lo cierto es que podría ser una buena noticia para aquellos que aún siguen atrasando más que otra cosa en los medios masivos. Pero es tan contradictorio y ridículo que termina molestando más que aportando. En algunos casos, incluso, termina confundiendo.

Además, en este “manual” que podría ser celebrado si aportara realmente algo, parece que se entiende poco la praxis del periodismo deportivo, del lenguaje en las canchas o bien los esquemas representados transitan lugares que poco se corresponden uno con el otro. Y sorprende porque al final de su entrega, aparecen una lista de periodistas –algunos más conocidos que otros- que avalaron tal volumen.

Aunque está disponible para ser descargado desde la web con solo “googlearlo”, en más detalles se puede referir que los ejes abordados son cuatro: Racismo y xenofobia; Violencia en el juego; Discriminación y género; y Diversidad sexual. En tal recuento se trata de ilustrar las buenas prácticas y lo opuesto. Se describe “qué dicen” algunos periodistas y “qué deberían decir”.

Algunos de estos ejemplos son, (en el apartado 8) la recomendación de no promover o reproducir cánticos o comentarios agraviantes para las parcialidades de los equipos.

Al momento de que suene, por ejemplo, el famoso “Brasil, decime que se siente”, le recomiendan a los comunicadores referir que “estas canciones muestran que todavía hay mucho que trabajar sobre la violencia en los estadios”. Por el contrario, no sería apropiado decir “la hinchada le recuerda a su rival su ‘paternidad’ respecto de los resultados”.

El punto número 12, donde se recomienda no realizar comentarios patologizantes, aparece un ejemplo como “Ese árbitro es un autista” ¿En serio alguien dijo eso o podría atinar a expresarlo? Lo opuesto a esto, en el buen decir, sería: “Locura es jugar así y ver las gambetas que hace ese jugador”. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Nadie sabe.

Por otra parte, en el punto 18 aparece que está mal decir “¡Qué belleza las hinchas de Croacia!” y que es correcto decir “¡Mucha presencia de mujeres en este partido!”. Dos cosas también completamente distintas, a pesar de que siempre es repudiada la cosificación.

Si bien es válido trabajar para que todas estas cuestiones abordadas dejen de existir, la utilidad del documento está por verse, ya que el mismo no tiene lógica y solamente sirve para que sea ridiculizado.

Si bien la entidad, liderada por Victoria Donda, sugiere no emplear la palabra “negro” o la construcción “piel oscura” e insiste con la denominación “afro”, pide extender la recomendación a referirse a prácticas planetistas o ilegales como “se ve negra la suerte del equipo” o “compró la entrada en el mercado negro”. Es demasiado, y hasta parece ser que los mismos que escribieron el texto son los que mantienen un prejuicio. “Mercado negro” se atribuye a que fue una compra hecha en “la oscuridad”, sin la luz de la legalidad, así, sin más.

Otro ejemplo: respecto a lo que tiene que ver con género, recomiendan decir: “Por ser más violento o golpear más fuerte al rival no se es más masculino” o “un gol vale igual, no importa el corte de pelo que tenga el deportista?” (¿?).

Según datos aportados por Ernesto Tenembaun en Radio con Vos, en el INADI trabajan cerca de 400 empleados que cobran cien mil cada uno. Con esa cantidad de dinero se podría pensar que el trabajo sea serio para erradicar la discriminación y no un texto inconexo que poco se relaciona con nada.

Finalmente, respecto a la Bibliografía del trabajo, muchas definiciones como la de “Medio Oriente”; “Política de Catar” o “Sharía (ley islámica)” son extraídas de Wikipedia, un portal al que cualquiera puede acceder, modificarlo y donde se sabe que la información puede falsearse.

Afortunadamente, y entre tantas críticas, Donda salió por AM750 a explicar que su uso “no es obligatorio”.  De igual modo, cualquiera que trabaje seriamente contra la discriminación, se esforzaría un poco más.

Fuente: www.eldiariocba.com.ar