“Dónde no llega el Estado ni casi ninguna otra institución del sistema está la CTA Autónoma tratando de contener a las familias y sobre todo a los chicos y chicas abandonados a las manos de Dios en las barriadas más pobres de la ciudad y la zona”, dijo Antonio Muratore, Secretario General de la CTA-A San Francisco.
“Concretamente, en estos momentos estamos abocados a atender las necesidades más urgentes del Barrio San javier, que queda en el municipio de Frontera, en la provincia de Santa Fe y que está separado por una calle de nuestra ciudad”, apuntó.
En ese sentido, Muratore dijo que “como Central mantuvimos una audiencia con la Intendenta de Frontera, Victoria Civalero, para solicitarle ayuda para una vecina lisiada que carece de todo recurso material, está en el desamparo total y por eso hemos solicitado también que se le tramite en la provincia de Santa Fe una pensión por discapacidad”.
Para el “Tano” Muratore, “en esos barrios no llega el Estado, la Policía, ni otra institución, salvo de vez en cuando la Pastoral Social. Es tierra de nadie. Nosotros tratamos de hacer lo que está a nuestro alcance porque da pena, angustia y mucha impotencia ver los pibes a la tardecita hechos unos zombies, dopados, víctimas del paco, envenenados por los narcos y a los que sólo vamos a salvar si ayudamos a que salgan de la pobreza y tengan una vida más digna”.
“Otro tanto pasa en el Barrio Acapulco, un sector muy humilde, donde atendemos por intermedio de la compañera Gladys Medina, Secretaria Adjunta de la Central, el Merendero ‘Pancitas Llenas, Corazones Felices’ de la Organización Nueva Esperanza que participa de la Federación Nacional Territorial (FeNaT) de la CTA Autónoma Provincia Córdoba”, remató Muratore.
Entrega de una silla de ruedas en el Barrio San Javier
Este viernes con la Peña Boquense, la CTA-A San Francisco entregará a Viviana Vaca una nueva silla de ruedas en el Barrio San Javier de Frontera. El caso de Viviana alcanzó notoriedad pública el año pasado cuando se difundió que en momentos que escapaba de la Policía se metió en un galpón donde varios perros doberman le ampuntaron las piernas dejándola lisiada.
La joven de 29 años comentó que era perseguida por la policía y en la primera casa que vio se metió, donde fue atacada. Indicó que estaba el dueño pero que no hacía nada para ahuyentar a los perros. La hermana le sacó dinero a un hombre y por eso pensó en la persecución de la Policía.
Asegura acordarse de todo, “de cómo peleaba con los perros, le agarraba la boca a los perros, cinco contra una era”. “Después de una hora y media de pelear con los perros apareció una vecina, el dueño estuvo ahí en todo momento”, indicó.
Asimismo sobre el dueño de los perros reclamó: “Quiero que pague porque él no me ayudó, lo que me pasó le puede pasar a otra persona o a un nenito”.