Llegó el momento: En el país ya no se fabrican máquinas para coser

La empresa Macoser dejó de fabricarlas este mes tal cual lo había anticipado. Las tres últimas ya tienen su destino. De esta forma, en San Francisco se pone fin a la industria nacional de máquinas de coser.

Tras 64 años ininterrumpidos como producto líder en el mercado, la firma Macoser S.A. dejó de fabricar las clásicas máquinas para coser Singer y así cerró sus puertas la última empresa nacional dedicada a este rubro. Pese a ello seguirá siendo licenciataria en la Argentina de la tradicional marca Singer.

La paralización total de la producción se concretó el pasado 3 de diciembre y las tres últimas máquinas que se fabricaron en la empresa tendrán diferentes destinos. Una de ellas quedará en poder del actual jefe de montaje de cocinas, Fernando Luque, quien en su momento dedicó muchos años de su vida en la fabricación de estas máquinas; otra irá a parar a la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, mientras que la tercera permanecerá en Macoser.

Desde la firma fundada en 1954, por Anselmo y Aquiles Macchieraldo, aseguraron que esta decisión no fue motivada por la crisis que atraviesa el país sino por una política de reconversión productiva y de competitividad, adelantando que apostarán todo a las cocinas, lanzando la versión totalmente eléctrica.

“Este ha sido el final de la máquina para coser, nosotros ya habíamos previsto este momento hace 20 años”, afirmó nostálgico el director ejecutivo de Macoser S.A., Roberto Macchieraldo.

El proceso de desindustrialización que vivió el país en la década del ’70, que luego se profundizó en los ’80 y ’90, hicieron mella en muchas empresas nacionales que fueron desapareciendo de a poco.

“La única fábrica de máquinas para coser en el país que no cerró por problemas económicos fuimos nosotros”, aseguró Macchieraldo, agregando que la decisión de cerrar la producción tuvo que ver con “una competencia feroz con países muy poderosos como los del Medio Oriente, sumado a la imposibilidad de que sea factible la inversión que debíamos realizar para que nuestro producto sea más competitivo”.

Pese a los vaivenes de la economía del país y la competencia con firmas internacionales, el empresario afirmó que siempre “mantuvimos en el mercado un producto de mucha calidad pero sabíamos que en algún momento esto tenía que tener un final. Hace dos años comenzamos a incorporar otros procesos en la fabricación de cocinas y de manera lenta y gradual se absorbió el personal hacia esa producción”.

Cabe recordar que en 2008 había cerrado sus puertas en nuestra ciudad la empresa Godeco, dedicada a este rubro. En los años 60, por ejemplo, llegaron a convivir 14 industrias nacionales dedicadas a la producción de este electrodoméstico. 

Vale recordar que Godeco, en 1944, lanzó al mercado la primera máquina de coser fabricada íntegramente en el país, posicionando a San Francisco entre los pioneros de la industria.

 

Adiós a un sello de la industria nacional que hizo historia. En la foto, todos los modelos que fabricó Macoser durante seis décadas

La máquina para crecer

“Todo lo que tenemos lo hicimos con la máquina para coser, incluso la línea de cocinas Florencia que nació posteriormente”, sintetizó Macchieraldo, quien recordó que las primeras máquinas para coser que se fabricaron con la marca Kopp: “Eran todas iguales y con la misma característica. Pero en el año 1962 se hizo una transformación a partir de que mi padre trajo desde Italia una fábrica completa para producir máquinas para coser, para producir una nueva tecnología en este tipo de productos. Eso nos dio mucho provecho hasta que en el año 1984 hicimos el convenio con Singer, lo que nos permitió incorporar tecnología de esta firma y transformar nuestras máquinas para competir con productos importados”.

Nostalgia. Roberto Macchieraldo muestra la última máquina fabricada en su empresa

Fuente: www.lavozdesanjusto.com.ar