María Roldán: Ejemplo de lealtad y coraje

María Roldán fue una luchadora legendaria del gremio de los trabajadores de la carne en Berisso. Trabajó desde muy joven en el frigorífico, en abrumadoras jornadas de 13 horas. Al llegar los años 40 se sumó a las huestes sindicales lideradas por Cipriano Reyes, ingresando así a una militancia consecuente en el peronismo que durará hasta su muerte.

María Roldán había conocido las épocas duras del trabajo insalubre, en esa economía primitiva de los años 30, donde todo giraba alrededor del frigorífico. Allí supo de las condiciones de trabajo inhumanas: “Quienes manejaban cuchillos por un tiempo en secciones como la picada llevaban las marcas de éstos durante el resto de sus vidas. Tenían los dedos atrofiados y las uñas permanentemente rotas. El contacto con carne fría o semicongelada también contribuía a producir deformaciones en las manos. El trabajo en otras secciones implicaba el uso de productos químicos que causaban desagradables erupciones cutáneas. Desde el punto de vista del atractivo sexual, tal vez era aún más estigmatizante el olor asociado a la manipulación de la carne”.

Su lealtad a las compañeras y compañeros de trabajo, su conducta intachable e inclusive su coraje –que más de una vez la condujo a portar revólver en la cartera- hicieron de María Roldán una figura mítica en el sindicato, a la cual recurrían afiliados y dirigentes en busca de apoyo y consejo. Su rebeldía y su solidaridad no decayeron en ningún momento en su larga trayectoria de lucha social.

El historiador inglés Daniel James ha publicado una biografía de esta luchadora titulada “Doña María, historia de vida, memoria e identidad política” recuperando, en 300 páginas, su lucha y su ejemplo en defensa de los trabajadores.

María Roldán falleció, en Berisso, aquejada por el cáncer, el 3 de julio de 1989.

(Norberto Galasso, Los Malditos, vol. III, pág. 104, Ed. Madres de Plaza de Mayo)

Fuente: www.pensamientodiscepoleano.com.ar