Por Héctor Brondo*
En dos párrafos de lo escrito digo (y cito) de manera textual: “El versado operador político a quien la actividad de sus dos teléfonos celulares -confiesa- no le dejan muchas veces conciliar el sueño como Dios manda sabe tanto como los miembros de la “mesa chica” del Panal (a la que en los últimos días se le aflojaron las patas) el verdadero grado de responsabilidad que les cave a los protagonistas principales, a los actores secundarios y a los “extras” contratados por poca plata para interpretar los distintos roles en la obra de terror que estrenó a sala (mediática) llena hace solo dos meses y ahora corta los boletos necesarios (muy pocos y cada día menos) a pedido del dueño del recinto, del director y del guionista”.