Organizar la voluntad colectiva para construir poder popular

La clase obrera latinoamericana viene pagando tributo al desarrollo del capitalismo internacional desde los pueblos originarios exterminados por los conquistadores hasta nuestros días.

La CTA Autónoma no surgió la nada. Tiene un pasado, transita un presente y, sobre todo, se proyecta hacia un futuro que nos permita reconquistar derechos y avanzar en la construcción de un mundo sin explotadores ni explotados.

La construcción del relato histórico del movimiento obrero reconoce esa síntesis entre la primigenia fuerza del trabajo criolla y el aporte de anarquistas, socialistas y comunistas que llegaron del otro lado del mar para formatear, junto al sindicalismo revolucionario primero, y a los “cabecitas negras” que rebautizaron la Plaza de Mayo el 17 de octubre después, la matriz del movimiento obrero contemporáneo.

Somos continuadores de la heroica Resistencia Peronista y del Cordobazo; de los postulados revolucionarios de los planes de La Falda y Huerta Grande; del Manifiesto del 1º de Mayo de 1968 de la CGT de los Argentinos y de los 26 Puntos de la CGT Brasil.

Los mártires de la Semana Trágica, La Forestal y la lucha de la Patagonia, los fusilados en los basurales de José León Suárez, las víctimas del Plan CONINTES, Felipe Vallese, Atilio López, Benedicto Ortiz, Víctor Choque, Teresa Rodríguez, José Luis Cabezas, Maximiliano Kosteky, Darío Santillán, Jorge Julio López, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, Daniel Solano y las ausencias irreparables de Agustín Tosco y Germán Abdala.

Somos hacedores del Grito de Burzaco, de la Marcha Federal, del Congreso de la Producción y el Trabajo, de la Marcha Grande por el Trabajo, del Frente Nacional contra la Pobreza que impulsó la Consulta Popular, de la Constituyente Social, de las movilizaciones contra el ALCA y de miles de acciones que a lo largo de todo nuestro vasto territorio protagonizan las trabajadoras y los trabajadores organizados.

Nos reconocemos en el compromiso militante de nuestros treinta mil desaparecidos que derramaron su sangre por una Patria para todos. En el valor de nuestros jubilados, que miércoles a miércoles nos enseñan que la historia es un río que fluye; en las mujeres que marchan y pelean contra el patriarcado y defienden la igualdad en sus puestos de trabajo; y en los Chicos del Pueblo que siguen denunciando que el hambre es un crimen.

Rescatar este compromiso político, social e histórico se convierte en un imperativo insoslayable en momentos que el enemigo opera incansablemente para mantener sus privilegios intactos y el campo popular debate, se organiza, confronta y articula en medio del vértigo de esta etapa signada por la restauración oligárquica y el revanchismo patronal.

A los que aseveran que los trabajadores deben permanecer indiferentes al destino de la Nación y pretenden que nos ocupemos solamente de problemas gremiales, les respondemos que impulsamos una práctica de sindicalismo integral, que liga lo político a lo reivindicativo, que organiza la voluntad colectiva, se reapropia del conocimiento y construye poder propio para asegurar el bienestar del pueblo todo.

Somos una central de trabajadores, no una confederación de organizaciones sindicales. Propiciamos la afiliación directa de cada trabajador y trabajadora a esta experiencia colectiva de nuevo tipo.

Prevalece su identidad de clase como sujeto social sin importar su condición de empleo. No importa si estás o no registrado, si pertenece al pequeño universo del trabajo formal, o al océano de indignidad donde la mayoría sobrevive a duras penas a las diferentes clases de fraude con que las patronales arropan de luto el trabajo a destajo.

Hoy se calcula que casi el 50 por ciento de la fuerza del trabajo está bajo formas variopintas de precariedad y flexibilización laboral. Somos la expresión de ese emergente social. No somos sindicalismo empresarial. Somos un nuevo modelo sindical que no tiene nada que ver con el otro, del que nos fuimos hace más de 25 años para crear algo distinto.

Nuestra política gremial, organizativa y cultural tiene un valor y no lo vamos a desmantelar. Sabemos que lo viene es importante y vamos a acompañar pero sin abandonar nuestra autonomía y, mucho menos, nuestra historia.

Hoy estamos recorriendo el camino hacia el interior de nosotros mismos, un sendero que conduce al reencuentro con nuestras mejores tradiciones, protagonizando un Congreso Nacional alimentado por reuniones, asambleas y plenarios a lo largo y ancho de nuestro país.

Vamos a organizarnos para hacerle frente a esta realidad. Siempre lo hicimos y lo seguiremos haciendo, como pasó en diciembre de 2017 cuando articulamos con movimientos sociales y otros sindicatos y federaciones que no pertenecen a la Central y realizamos la Marcha Federal.

Somos caminantes: Marchamos, peleamos, no transamos.

Somos pechera, bombo, canto, bandera de unidad.

Convencidos, como lo estamos, que otro país es posible.

Volvemos a las fuentes.

A nuestra razón de ser.

Ser CTA.

Guión del Video Institucional del Congreso Nacional Extraordinario de la CTA Autónoma en el Centro Miguelete de San Martín, provincia de Buenos Aires, el 2 de diciembre de 2019.