Paro de estatales contra la “motosierra” de Llaryora

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) Córdoba ha convocado a Paro General Activo este martes 9 de enero en rechazo a los despidos en el Estado Provincial decididos por el Gobernador Martín Llaryora en sintonía con la “motosierra” puesta en marcha por el neoliberal y apátrida Javier Milei para poner una bandera de remate al país.
Luego del ataque salarial a estatales y docentes, haciendo votar en la última sesión del año pasado un aumento de las contribuciones personales a la Caja de Jubilaciones y la suba de los aportes a la Administración Provincial del Seguro de Salud (APROSS), Llaryora avanzó con despidos de trabajadores estatales. A tono con el ajuste y la reducción del gasto público que impulsa Milei, con quien se mantiene alineado, el Gobernador de la provincia comenzó a enviar notificaciones de despidos a trabajadores contratados. El “Cordobesismo” sigue al pie de la letra la política de ajustar a los de abajo en vez de hacerlo con la “casta”, tal como lo hace el Presidente, del que Llaryora puede considerarse un buen alumno.
La mayoría de los contratos dados de baja tienen hasta cuatro años de antigüedad y un número importante ha pasado a contrato en el último año después de haber revistado bajo diversas formas precarias de contratación durante períodos de hasta doce años consecutivos, confirmando que el Estado -en este caso el Provincial- es uno los principales forjadores de trabajo precario, “en negro” o como quiera llamarse.
Además de este ataque a la estabilidad de trabajadoras y trabajadores del Estado que están absolutamente precarizados por el poder político -que oficia de gerente de los que mandan- dejando a cientos de familias en la calle, otras medidas tomadas por el Gobierno Provincial describen el perfil de la administración del sucesor de Juan Schiaretti en “El Panal”, que otorga un rango principal al tema seguridad por encima de la pobreza, el hambre, el desempleo, o la vivienda.
La ferocidad policial para golpear a civiles que se expresaban en la vía pública a fines de diciembre, se perpetró casi al mismo tiempo que se aprobaba en la Unicameral la Ley de Seguridad, que municipaliza y privatiza una potestad del Estado Provincial: El monopolio de fuerza pública. La transferencia de esa responsabilidad indelegable del Estado tercerizando la función de prevenir y reprimir el delito, tiene que ver con que en realidad el objetivo no es el de contener la creciente inseguridad en la provincia, sino sofocar la conflictividad social en aumento, producto del brutal ajuste impuesto por el Gobierno Nacional, obedientemente replicado por el Gobierno Provincial y los municipios.

Transformar a policías municipales en guardias pretorianas o dotar de ‘armas no tan letales’ a la seguridad privada, son medidas que implican una avanzada peligrosísima que atenta contra la vigencia de los derechos humanos y responde al discurso retrógrado y de ultraderecha que bajan los socios del Gobernador Llaryora desde el Gobierno Nacional.

La obsesión por el control policial de la población llega al colmo con la reiteración -en menos de quince días- de sendos episodios de espionaje ilegal. Por el primero de los casos, ocurrido durante la Marcha multitudinaria del 20 de diciembre en conmemoración del “Argentinazo”, el Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba, Federico Giuliani, presentó en la Justicia junto al abogado Claudio Oroz, una denuncia penal por “tareas ilegales de inteligencia y espionaje” violatorias de artículos de la Ley 25.520 de Inteligencia Nacional y del artículo 37 de la Constitución Nacional contra la Sargento, Claudia Melián, y el Ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros. Un día antes, había hecho lo propio la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

En este contexto de violencia institucional, despidos de trabajadores con años de contratos en negro, alta inflación, permanente aumento de la Canasta Alimentaria y consecuente pérdida de poder adquisitivo, los estatales llevarán a cabo la medida de fuerza de este martes que, aparte de condenar las cesantías de personal precarizado del Estado Provincial, servirá como un peldaño en el Plan de Lucha que tendrá nuevas estaciones el 15 y 24 de enero, para rechazar la ofensiva política, judicial, policial y mediática contra el pueblo trabajador y los sectores medios que no van a esperar de brazos cruzados ser ‘carneados’ por las políticas de sometimiento dictadas por el FMI que los arroja a la banquina y los deja sin futuro.

Se ha convocado a los sindicatos combativos, organizaciones piqueteras y políticas, movimientos sociales y a la comunidad en su conjunto, a defender los derechos, de los trabajadores y ciudadanos, que el actual Gobernador de la Provincia de Córdoba, Martín Llaryora, ataca ejecutando despidos masivos en todos los organismos esenciales para la sociedad cordobesa.