Prostíbulos: No desaparecieron, sólo cambiaron

Según denuncia la Asociación Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR-CTA) Córdoba, algunos prostíbulos comenzaron a funcionar en departamentos, otros se camuflan ofreciendo supuestos servicios de masajes y otros actúan directamente en la calle.

Por Virginia Digón

Las whiskerías, o aquellos locales de la misma índole que funcionaban con denominaciones eufemísticas, están prohibidas en la provincia de Córdoba desde 2012, cuando se sancionó la ley 10.060 con el objeto de prevenir y sancionar la trata de personas y la explotación sexual.

Sin embargo, los proxenetas encontraron otros caminos para seguir lucrando a partir del trabajo sexual ajeno y la explotación de mujeres.

Patricia Figueroa, Presidenta de la sede Córdoba de AMMAR, dio cuenta de la difícil situación que están atravesando las trabajadoras sexuales que están en la calle dado el crecimiento de una red de proxenetas que les exige el pago de dinero bajo amenaza.

“Los prostíbulos no desaparecieron. Sólo se cerraron las whiskerías que eran las más visibles por las luces y la música. En la ciudad de Córdoba, desde hace unos dos años se está armando una red de proxenetas que les cobran a las mujeres en las esquinas y, si no pagan, las golpean”, explicó.

“Han venido mujeres a la asociación a buscar ayuda con su cara desfigurada, otras apuñaladas o con otro tipo de golpes. Estamos pasando una situación muy delicada. Y en el interior provincial es peor”, agregó.

Desde AMMAR indicaron que las mujeres no se animan a denunciar a estos proxenetas por miedo a la venganza: “Saben que si los denuncian, al otro día pueden golpearlas hasta matarlas. Entonces muchas, por miedo a estar en la calle, terminan pagando a los proxenetas que tienen departamentos y se quedan con el 50 por ciento de lo que ganan”.

“Las autoridades y la Policía saben quiénes son, pero no pueden hacer nada si no hay denuncias. Nosotros como organización estamos buscando la forma de hacer estas denuncias sin exponer a las compañeras y estamos articulando con las autoridades de la Secretaría de Lucha contra la Violencia y la Trata”, agregó Figueroa.

La Secretaría de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, asistió durante 2017 a 157 personas (mujeres, transexuales y varones) en situación de explotación sexual o laboral; en 2018, a 94, y en lo que va de 2019, a 29: 17 mujeres y 12 varones.

La Secretaría, que se creó en 2012, tiene como objetivo asistir en forma integral a posibles víctimas de trata de personas. Según se indicó desde la cartera oficial, para ello se prevé una evaluación de la situación y riesgo, acompañamiento y asistencias psicológica, social, material, jurídica, médica, educativa, de alojamiento, de capacitación en oficios y recreativa, incluso la contención en procesos de revinculación familiar o comunitaria y laboral.

Los distintos profesionales abocados a esta tarea trabajan en el Polo de la Mujer y comparten funciones con personal del refugio a víctimas de trata, de la brigada, el 0800, las becas, salas cuna, entre otros. “Siempre aclaramos que la asistencia es voluntaria y respetamos los intereses y las necesidades de cada persona”, se aclaró.

Fuente: www.lavoz.com.ar