“Soberanía desde la sostenibilidad de la vida, anticapitalista, antiextractivista y antipatriarcal”

Una de las comisiones del Congreso Nacional Extraordinario de la CTA-A del 31 de agosto abordó uno de los cinco ejes de la Campaña Nacional “Distribuir la riqueza para salir de la crisis”: Soberanía Alimentaria, Energética, Científico Tecnológica y Comunicacional.

Con la participación de 95 compañeros y compañeras, previo análisis de la coyuntura y el accionar de las distintas organizaciones territoriales frente a la crisis desatada por las condiciones previas y en curso, relacionadas a la pandemia de Covíd-19, se abordó la temática mediante distintos puntos de vista y propuestas.

La soberanía tecnológica, íntimamente emparentada con la comunicacional, se vio representada en la idea de avanzar en la des concentración de las tecnologías y recursos info- comunicacionales que deben ser de dominio público y con fuerte intervención del Estado. Sobre todo en vista de los efectos sobre la sociedad y el bien común que puede tener la posición dominante de pocas empresas en este particular.

Una soberanía pensada desde la sostenibilidad de la vida, anticapitalista, antiextractivista y antipatriarcal, en que el territorio no sea una mercancía sino un bien común, fue otra de las miradas sobre la temática de esta comisión. Enriquecida con distintos aportes tendientes a desconcentrar la tierra, proponer la vuelta al campo para producir de otra manera y promover una reforma agraria acorde a esas necesidades, que ponen a la producción y acceso al alimento en primer lugar.

La pandemia de Covid-19 y sus consecuencias, según varias de las intervenciones en la comisión, pusieron de manifiesto la falta de soberanía en materia de salud, producción de medicamentos, educación, conectividad, energía, producción de alimentos y otros elementos básicos que junto con el saqueo de la minería y otros recursos naturales, hacen urgente un abordaje popular sobre la temática con más participación y democracia.

La necesidad de ampliar y fortalecer un frente industrial en la CTA y fortalecer mecanismos de consulta popular como base para una democracia de mayor calidad, matizaron con puntos de vista más internacionales que abordaron consideraciones sobre la problemática de la deuda externa y el modelo extractivista como condena a la dependencia y la posición de la República Argentina en la disputa territorial interimperialista entre otras valoraciones.

Desde el punto de vista de los pueblos originarios se puso de manifiesto la importancia del relevamiento territorial para la protección del derecho a la tierra. La falta de aplicación de la ley de tierras, que ha desembocado en el resurgimiento de un discurso xenófobo y racista hacia las comunidades originarias y la creación de barrios populares en algunas provincias. En ese sentido, se propuso sesionar por un camino hacia un Estado Plurinacional y Pluricultural.

Uno de los abordajes sobre la soberanía tubo como objeto a las fumigaciones descontroladas relacionadas al extractivismo agroindustrial y el deterioro que causan dichas prácticas en la salud de la población, practicamente indefensa ante el avance de dichas explotaciones. Emparentadas también con otros atropellos contra el medio ambiente como incendios y desforestación.

En cuanto a la soberanía energética, así como las relacionadas con otras explotaciones, en distintas intervenciones quedó de manifiesto una falencia transversal, que tiene que ver con el sistema de regalías y su magro aporte a la economía nacional, por un lado gracias a los bajos porcentajes comprometidos al pago, y por otro a que los montos se calculan siempre en base a declaraciones juradas de las propias empresas explotadoras de dichos bienes públicos.

La revisión de cadenas de comercialización y la generación de otro tipo de vínculos entre propuestas cooperativas y de la agricultura familiar para fortalecer la relación de fuerzas política y productiva, fue otro de los puntos sobresalientes entre lo que se llegó a discutir en la comisión.

Fuente: www.agenciacta.org