Aislamiento,¿la única salida?

En la edición del 2 de junio, la Licenciada Alicia Torres en su columna de salud para el programa «Perdió La Liebre», nos plantea la posibilidad de «re pensar» los conceptos que se vienen debatiendo acerca de aislamiento ¿Es igual para todo el territorio? ¿Es igual para todas las edades? ¿Que otras opciones existen?

“El domingo recibimos una llamada de Armando desde hace 40 años agente sanitario entre los cerros de Iruya. Estaba feliz porque sus padres que viven a horas de camino podían ir a comer a su casa y poner fin a un encierro de dos meses como todos los pobladores de ese municipio, aunque estuvieran a 300km de la ciudad de Salta dónde se habían presentado los únicos seis casos de covic de la provincia. Nos cuenta además del cansancio porque le faltan ocho años para cumplir los sesenta y cinco y poder jubilarse, al no haberse logrado un reclamo que juntos habíamos iniciado hace décadas, para que el tipo y lugar de su trabajo sea reconocido como causal de envejecimiento precoz.

“Como miles de trabajadores de atención primaria en las trincheras más distantes de los centros urbanos y tecnología hospitalaria, en las más adversas condiciones geográficas o laborales, son quienes conocen de cerca a las familias más lejanas, les aseguran educación sanitaria, inmunizaciones, acompañan proyectos comunitarios y pueden detectar o asistir precozmente la mayor parte de las enfermedades.

“Sin embargo, carecen de similares derechos a otros trabajadores entre ellos, la posibilidad de una jubilación anticipada o con un beneficio superior al 40% de su salario en actividad. Peor aún, suelen ser aquellos a quienes se hace responsables de los errores de quienes tienen mejores condiciones o más poder, tal como es noticia en estos días, imputados por trasmitir el virus en Córdoba o de la muerte por desnutrición de niños wichis en Salta.

“Sus testimonios como todos los que provienen de lugares donde los problemas se sienten tan cruelmente, sirven para cuestionar la marea de discursos que enmascaran la realidad. Esos que refieren que el único camino para cuidar la salud es este tipo de Aislamiento social obligatorio, universal, militarizado y punible que padecemos hace dos meses. Encerrona prolongada e igual para todo nuestro extenso y diverso país para prevenir una sola enfermedad, demorar inevitables contagios, mientras se descuidan dolencias mucho más graves o se dejan de asistir enfermedades más contagiosas que pueden de ser curadas.

“Hoy explotan ante la conciencia de todos, la dimensión de las carencias en condiciones básicas de salud que sufre la mayoría de nuestro pueblo tales como la falta de trabajo, vivienda digna, agua potable o saneamiento ambiental. Situación que los responsables conocían o debieran conocer desde hace tiempo según muestran los indicadores sociales del país sobre las barreras y desigualdades para una atención sanitaria oportuna y de calidad. Realidad agravada desde hace más de cuarenta años como consecuencia de reiteradas políticas de ajuste que significaron reducción de camas e insumos, carencias o precarización del personal de los servicios públicos; abandono o aislamiento de programas universales de atención sanitaria, desfinanciamiento y tercerización de obras sociales etc. Mientras crecía el negocio de la enfermedad.

“Ni los llamados gobiernos progresistas pudieron/quisieron frenar la destrucción de lo que nuestro país o muchas provincias supieron conseguir, con menor inversión y buenos resultados, para defendernos de los intereses del mercado que limitan el acceso a ese derecho social. Si nuestros gobernantes no hubieran transgredido por décadas mandatos constitucionales reduciendo inversión y red hospitalaria, desfinanciando servicios de atención primera. Si los ciudadanos además de buscar salvarse con seguros individuales, hubieran pensado en los demás y exigido una salud pública de calidad para todos. Si unos y otros hubieran puesto su mirada en quienes tienen menos posibilidades, hoy todos no tendríamos que pagar los costos de este tipo de cuarentena. La información y posibilidades de prevención e intervenciones tempranas sobre la población que aportan los servicios de atención primaria con baja inversión y gran cobertura, coordinados con disponibilidad de camas y tecnologías que pocos demandarán, hubiera habilitado otras alternativas para conocer y operar localmente en este extenso y diverso país.

“Aquellas que hubieran aconsejado no sólo expertos en trasmisión de virus, sino quienes tienen experiencia en conjuntos sociales y respeto a las diferencias. Podríamos haber evitado cuantiosas y dolorosas pérdida con medidas como las que recién ahora se están tomando en conglomerados urbanos después de dos meses con todo el país clausurado; como por ejemplo orientar testeos, saber a quienes proteger primero, realizar estudios, bloqueos y control de grupos en lugar de perseguir transgresores. Las crisis son oportunidades. Ojalá los sufrimientos de hoy nos hagan recordar después que en temas de salud/ enfermedad/ cuidados todos dependemos de los demás. Y actualizar lo que hace tiempo enseña la sabiduría popular: “mejor prevenir que curar”.

Alicia y Tomás Torres. Anisacate (Córdoba) 28 de mayo de 2020 

Fuente: www.diariotortuga.com