Desde el año 2017 que la Lucha Ambiental viene bollando en la Justicia cordobesa, con más sabores amargos que dulces. Las pruebas están a la vista, como se daña el bosque nativo, como se ataca a las cuencas de agua. La situación a la vista en el Yuspe es más que clara. El impacto de la obra de Autovía está siendo terrible para el territorio.
A eso se le suma detenciones ilegales, imputaciones falsas, falta de cumplimento de los protocolos policiales y varias cuestiones más. Días atrás se realizó un nuevo pedido al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para que dicte una medida cautelar. Los informes presentados por el Gobierno de Córdoba en respuesta a la solicitud de la Cámara Contencioso Administrativa de Segunda Nominación fueron impugnados por los amparistas.
Mientras tanto la obra avanza
En Hablemos Derecho, con René Amsler, conversamos sobre la realidad de la Justicia ambiental en Córdoba, por lo cual inició la columna argumentando: “En realidad ha habido un pequeño desperezamiento como vimos en el mes de octubre, donde por medio de una resolución luego de un año. Exactamente, de un año de haber presentado la impugnación a la Licencia Ambiental de la obra de Autovía, esa misma que hoy mismo se puede ver. El movimiento de tierra que ya se percibe (…) La situación hoy es esa. Esta concretamente avanzando la obra mientras seguimos pidiendo a la Justicia por supuesto, al Poder Judicial de Córdoba, a la Cámara Contencioso Administrativa, donde está digamos instalado este juicio de amparo. En el cual se han ido haciendo las distintas observaciones, múltiples observaciones, inacabables observaciones acerca de irregularidades y cuestiones que más que nada tienen que ver con presentar o plantear la insuficiencia. Es difícil la situación, porque en realidad nos plantean algo que no logra ser lo que debiera ser”.
El daño es “irreversible”
Los daños y el Estudio de Impacto Ambiental nunca fueron considerados con rigidez científica en el desarrollo de esta obra. Nunca se tuvo en cuenta el daño al patrimonio arqueológico, ni al patrimonio paleontológico, ni a la flora, ni a fauna, ni tampoco a la cuenca hídrica.
Al respecto Amsler comenta: “Si el daño que se provoca no se puede controlar, como ese daño va a ser irreparable, porque no hay nada que pueda reparar a eso, yo le pregunto al ciudadano, al que crea en el progreso y al que no, ¿cómo creen que se remplaza el agua cuando no hay más agua? (…) Lo que se está haciendo concretamente es destruir eso. O como hacemos para revertir el problema del daño arqueológico, si estamos pasando por encima de sitios arqueológicos, de decenas de miles de años (…) Que puede significar destruir algo que fue hecho por civilizaciones de hace doce mil años, y como hacemos para revertir esa situación. Bueno eso se llama daño irreversible. Como el daño es irreversible, la ley en un momento también que se despertó la humanidad, y pasaron cincuenta años ya desde ese momento, no estoy hablando de ayer”.
“Porque cada vez esta más lejos la percepción de la Justicia digamos del lado precisamente de los débiles. Entonces esta Justicia que se sostiene con la Policía, que se sostiene con la fuerza, y que sostiene a las obras, que sostiene a esa falsa idea de progreso, y a todo este sistema”.
Córdoba 2022
“Lo que importa son máquinas y policías para asegurarse de que la comunidad que está disgustadísima con esta obra no pueda hacer nada al respecto. Esta es la foto que se lleva Córdoba, y que lamentablemente, ¿saben qué? Les gusta. Les gusta a ellos y a muchos otros. Entonces en el fondo hay una cuestión ideológica destructiva de poder (…) Quiere triunfar esta, la del asfalto, la del poder, la de la fuerza, y sobretodo la de la indiferencia a las voces disidentes. Que es exactamente lo que pretende el derecho ambiental que no ocurra, que las obras no se hagan en este contexto, más allá del daño que se genere” agrega el columnista, para quien las denuncias han sido cajoneadas en los “oscuros escritorios de los despachos”.
“Efecto devastador”
“Lo que si va rapidísimo son las imputaciones y la persecución a los defensores ambientales, eso va muy, muy rápido. Las expropiaciones van rapidísimas también(…) Todo parece copado para ellos, es todo en un dron, todo en una animación y en un render maravilloso, parece hermoso. Pero hay gente, hay Comunidades Originarias, y hay territorios y hay una disrupción en el territorio. Sea como sea va a generar un efecto devastador, es una cosa disruptiva, está generando en el otro un daño concreto, estás haciendo algo que va a tener un efecto traumático en el Valle. Al Valle lo estas cortando por la mitad (…) No es un chiste, no es una cosa simple, es muy pesado lo que está pasando. Por eso es muy dramática la mirada de la Justicia, del Poder Judicial. Ese Poder Judicial que mira, se queda mirando y hace estos pequeños detalles que estamos viendo ahora” añade nuestro interlocutor.
El Ambiente en Córdoba
Pareciera que las presentaciones judiciales que se hicieron a lo largo del tiempo fueron igual a nada. Sin una medida cautelar, la obra avanza, sostenida por la precaria Evaluación de Impacto Ambiental. Finalizando, el abogado profundiza su reflexión y dice: “Están detonando las sierras, así hacen las obras, así pretenden pasar (…) Esa es la situación actual, y es el drama que estamos viviendo y la gran tragedia que estamos viviendo en el Valle de Punilla. Porque ha habido una oposición tan grande y no obstante eso todos incluyendo la Justicia que se rasca la cabeza y mira al costado haber que pasa, y me pregunto si alguno de todos esos en algún momento va a responder (…) Nos están invadiendo, con una obra totalmente ilegítima e ilegal, y lo hemos planteado desde el primer momento. Con el aval del TSJ, con el aval de los jueces, con el aval de Córdoba Cultura, con el aval también de la Justicia Federal, que se cayó ante las denuncias, con el aval también de la Fiscalía de Cosquín”.
Fuente: www.radiopanamericana.com.ar