Los 26

Por Eduardo Balan*

26 pibes llenos de alegría de barrio, de cumbia, de reguetón y de cuarteto; se comen las eses, tienen tatuajes en todo el cuerpo, se cortan el pelo raro, se lo tiñen y usan el celu todo el tiempo para picantearse con su gente y reírse, como los millones de jóvenes que viajan con nosotros en el tren y en el bondi.
Nos hicieron llorar y festejar con la magia que desplegaron en la cancha, pero también cuando nos mostraron bailando que el vestuario era su lugar de encuentro y celebración desatada. Un director técnico que mostró que la estrategia correcta va de la mano de la fe y el afecto a flor de piel.
Y en el centro del ramillete, el pequeño mago que construyó su omnipresencia espiritual sin estridencias, ni gritos, ni violencia, sin sobreactuar la jerarquía; apenas jugando y jugando con genialidad y a lo largo del tiempo, con palabras sencillas, entrenando siempre y dejando crecer a los que vienen con él.
No me cuesta nada ver detrás de ellos a la trama invisible de las decenas de miles de pequeños clubes de barrio de todo el país, en todas las provincias, tratando siempre de inventar la jugada que los saque de la pobreza; se les nota en todo lo que dicen y son.
Y si alguien no lo ve, hay un Mito en nuestro cielo pagano que lo mostró con su vida y su destino.
El más chico de ellos nació en el 2001. Tienen el futuro en los ojos.
Vienen desde muchos parajes olvidados de este país y, para quien quiera escucharlos, nos dicen una gran verdad: La Argentina será comunitaria o no será. Y ellos, en esa encrucijada, hicieron lo suyo. Mil gracias, de parte mía y de mis hijas.

*Músico. Dibujante. Comunicador Popular. Integrante de El Culebrón Timbal. Militante de Cultura Viva Comunitaria. Secretario de Cultura de Unidad Popular (UP)