Los trabajadores alejados de las calles

“Si es que hay algo muy notorio en los últimos tiempos, que cualquier observador de la nuestra realidad puede advertir, es que los trabajadores y trabajadoras se encuentran alejadas de las calles.

“No hay reclamos.

“No hay paros.

“Y es que llama la atención, porque motivos no faltan.

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“Son esos y no todos, los motivos por los que los trabajadores y trabajadoras deberían estar en las calles.

“Pero no lo están.

“¿Qué está ocurriendo?

“Es muy simple, el Gobierno y los patrones usan al sindicalismo tradicional y burocrático, como la CGT y los principales gremios de rama de actividad, Construcción, Comercio, Metalúrgicos, Judiciales, Salud, Maestros, etc, etc, etc,  como una barrera de contención.

“Así, con la participación directa de los dirigentes sindicales, se tiene de rehenes a los trabajadores y trabajadoras, se coloca frente a ellos una barrera que impide reclamar por sus derechos.

“Y eso lo hacen desmovilizando, desmotivando la participación sindical mediante la desindicalización, los aprietes, los despidos de los opositores, proscribiendo en las elecciones sindicales a los opositores, ganando elecciones a fuerza de violencia y trampas (por ejemplo, haciendo votar a los muertos, con carnets de afiliados truchos, etc).

“A eso ayudan los diferentes gobiernos por medio del Ministerio de Trabajo.

“El Ministerio de Trabajo ataca por varios frentes.

“El primero y principal es impidiendo el nacimiento, desarrollo y expansión de los nuevos sindicatos, los sindicatos emergentes, los que nacidos de la libertad y democracia sindical vienen a cuestionar el modelo.

“No son ni serán bienvenidos (salvo que al Gobierno le sirva para fortalecer su control sobre los trabajadores).

“En ese accionar, de obstrucción del nacimiento y desarrollo de los sindicatos simplemente inscriptos, actúan en tándem el Ministerio de Trabajo con los sindicatos con Personería Gremial y los patrones.

“En definitiva, los sindicatos burocráticos, son socios y cómplices de los gobiernos y de los patrones.

“En definitiva, se unen todos para obturar el nacimiento de un verdadero sindicalismo.

“Ese sindicalismo que puede sacar a los trabajadores a las calles, es temido y por lo tanto combatido, negado y obturado en su desarrollo.

“Ese frente de bloqueo a los trabajadores y trabajadoras, ejecutado en sociedad por los gobiernos (el actual y los anteriores), junto a la CGT y los gremios burocráticos y los patrones, con Funes de Rioja a la cabeza por parte de la Unión Industrial Argentina (que como decía el Gral Perón, no es una unión, no son industriales ni son argentinos), está destinado a evitar que los trabajadores y trabajadoras, todos y todas, los que tienen trabajo, los desocupados, los jubilados, los jóvenes, las mujeres, las personas trans, los que trabajan en blanco, los que trabajan sin registrar (en negro), salgan a las calles a luchar por sus derechos, por su salario y por sus condiciones de trabajo.

“Así, mientras los dirigentes sindicales, los de la CGT, los gordos, los flacos, los independientes, etc, se sientan con los empleadores a negociar la vida de los trabajadores y trabajadoras, se asocian a los gobiernos para ejecutar la desmovilización social a cambio de cientos de millones de pesos para sus obras sociales sindicales, dinero que jamás llegará en beneficio para los trabajadores y sus familias.

“Se cierra el cerco, los trabajadores son rehenes de sindicatos que los someten gracias a un modelo sindical, el de la personería gremial con derechos exclusivos y excluyentes.

“Esa exclusividad que otorga la ley, asegura el ministerio de trabajo y en muchos casos el poder judicial tiene acorraladas a las personas que trabajan, a los que quieren un trabajo (desocupados) y a los jubilados.