Municipales activos y jubilados reclaman salarios dignos en Villa María

Las trabajadoras y los trabajadores municipales de Villa María reclaman sueldos dignos dado que la administración liderada por el abogado Martín Gill está abonando montos que está debajo de la línea de indigencia.
La realidad del empleo municipal en Villa María está definido por un sistema ideado y puesto en práctica por el ex intendente, Eduardo Accastello, continuado por Nora Bedano y ahora por el neoaccastellista Martin Gill que continúa con una política de precarización laboral extrema.
Más allá de las declaraciones y los pases a planta de algunos agentes, las cifras de precarización son alarmantes. Esa situación no tiene otra intención que disciplinar a los trabajadores, pero la dignidad puede más y organizados en la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA-A) reclaman que se mejoren los salarios y las condiciones de trabajo. Ya el año pasado los sueldo municipales de Villa María perdieron el 3% frente a los índices inflacionarios. En este año el intendente previo, para todo 2018, un 25% de aumento.
Algo totalmente insuficiente según el aumento del costo de vida, máxime cuando los sueldos del municipio de Villa María parten de cifras terribles: Algunos facturantes cobran $8.200 de bolsillo; los empleados de categorías más bajas y contratados cobran $12,500.
Como bien dijo una trabajadora en la última reunión de la UTEM- CTA-A “con estos sueldos Gill nos hace trabajar y no llegamos a ser indigentes. Si piensa que esto está asociado a la justicia social hay algo que no entendió de la doctrina peronista, si sigue siendo peronista porque su Neoliberalismo está claro y lo acentúa más cuando muestra que está más preocupados por vender una plaza que ejercer como intendente”.
Este reclamo también es acompañado por el Centro de Jubilados Municipales del Interior de la Provincia de Córdoba que lidera Camilo Rodríguez, ex Secretario General de la CTA Regional Villa María. Desde esa organización vienen reiterando el reclamo al intendente Martín Gill, quien aún no les respondió el pedido de audiencia realizado por los jubilados.