Trabajo sexual es trabajo y negarlo es violencia

El Sindicato de Trabajadoras Sexuales (AMMAR Córdoba-CTA Autónoma), difundió una declaración con motivo de conmemorarse ayer el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres:
“En este 25 de noviembre queremos compartir algunos datos sobre la problemática de las violencias que históricamente nos atraviesan.
• “Las trabajadoras sexuales desarrollamos modos de organización colectiva como estrategia de protección y seguridad personal. Las transformaciones concretas en el ejercicio del trabajo sexual se han dado solo a partir de la incidencia de las organizaciones de defensa de derechos de las trabajadoras sexuales, especialmente en lo relativo a la relación con las fuerzas de seguridad, el control de las condiciones laborales, el acceso al sistema de salud en espacios amigables y la sensibilización de las/os profesionales. Se concluye que la transformación de las condiciones en que se desarrolla el trabajo sexual requiere de la presencia del Estado, como garante de nuestros derechos.
• “Somos mujeres que ejercemos un trabajo que no es reconocido ni regulado por los estados, somos perseguidas y nuestros derechos violentados por instancias institucionales, a la vez que somos referentes y participamos de espacios de debate y tomas de decisiones a nivel nacional. Esta situación de contradicción permanente, evidencia la imperiosidad de ser saldada a través de la sanción de leyes que reconozcan el ejercicio del trabajo sexual autónomo y que regulen y establezcan mecanismos de control para su ejercicio de acuerdo con derechos.
• “Estos problemas son de origen complejo, pero el denominador común a todos ellos es la falta de reconocimiento del trabajo sexual como tal y la falta de regulación de las condiciones laborales. Estas son las principales razones por las que las trabajadoras sexuales nos vemos obligadas a trabajar en condiciones insalubres, sin horarios definidos, en condiciones económicas muy desventajosas, se nos impide acceder a los sistemas de protección social y llegar a tener una jubilación, licencia por maternidad, licencia por enfermedad, entre otros derechos.
“Por el fin de la negación de nuestro trabajo, nuestros derechos laborales y humanos. Seguimos luchando”, concluye la nota de AMMAR-CTAA Córdoba que preside la compañera Patricia Figueroa.