El capital extranjero muestra su avanzada sobre el sector lácteo

Por Facundo Piai

Una multinacional francesa es el tercer jugador en importancia en el mercado, con el 30% de la leche en manos de tres empresas. Dos de ellas tienen sede afuera del país.

Dado al contexto mundial de inestabilidad, como hacía tiempo no ocurría, diferentes multinacionales redefinieron sus estrategias globales retirándose de la región. También, la incertidumbre económica local influyó en la decisión de algunas firmas para vender sus negocios en la Argentina a empresarios que las adquieren con el excedente generado por su actividad dentro del país. Por caso, en el sector lácteo, la compañía Savencia, de origen francés, expande sus negocios en el país.

Es que hace algunos años, la firma francesa con sede en Versalles puso sus ojos en la industria láctea de la cuenca lechera santafecina. Su primera inversión fuerte en el mercado local fue la adquisición de la planta santafecina de Milkaut. Recientemente, Savencia cerró un trato con las tres familias propietarias de ilolay, también localizada en Santa Fe. Por tanto, además de las marcas mencionadas, estarán en las góndolas con Adler, Santa Rosa, entre las más destacadas.

Según comentaron a La Nueva Mañana fuentes del sector lácteo, más allá de la inestabilidad de la economía local, la venta de ilolay obedece a aspectos puntuales. Empresarios del rubro comentan que las tres familias herederas “querían vender desde hace tiempo”. Sin dejar de mencionar las presiones de una economía al borde de la devaluación constante, comentan que la compañía láctea santafecina se había quedado sin cabeza empresaria, un padecimiento compartido por muchas empresas familiares, luego del retiro del directorio de sus fundadores.

Dos de las tres industrias más importantes son foráneas

De esta manera, la firma francesa sumará 1.355.861 litros de leche diarios procesados a los 660 mil litros que producía antes de la expansión. Es decir, Savencia aumenta en poco más de 200% su capacidad de procesamiento de materia prima por día, según el último informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). Esto significa que, según los volúmenes de producción del año pasado, del total de leche producida, el 4,3% que aportaba ilolay ahora estará en manos de una compañía extranjera.

Cabe destacar que este fenómeno va in crescendo en los últimos años, llegando el año pasado a un hito histórico, cuando por primera vez una compañía extranjera lideró el ranking de procesamiento de leche cruda. De acuerdo a información de OCLA, en el 2022 Mastellone, que destaca en el mercado con La Serenísima como marca emblema, fue desbancada por la canadiense Saputo. De modo tal que, con el nuevo reordenamiento del mercado lácteo, la multinacional francesa se convierte en el tercer jugador en importancia; quedando el 30% de la leche producida en manos de la crema del sector: las tres empresas mencionadas, de las cuales dos tienen sede afuera. En sentido inverso, señalamos también que la multinacional francesa Lactalis vendió a un grupo local su fábrica santafecina el año pasado.

No hay dos sin tres

Apremiado por la escasez de dólares, el gobierno entró en la fase donde debe elegir el mal menor. Así, para que el campo venda su cosecha y que puedan fortalecerse las reservas del Banco Central, se implementó nuevamente un tipo de cambio diferencial para las exportaciones agropecuarias. El dólar Soja III le permite al productor vender a un dólar a $300, es decir, significa una devaluación sectorial del 35% para la venta de la oleaginosa hasta fines de mayo, que también abarca a otras producciones agropecuarias.

Si bien este estímulo al complejo sojero evita una devaluación plena con impacto en todos los precios de la economía y repercusión en el nivel de actividad económica, también tiene efectos no deseados; daños colaterales, llamémosle. Este tipo de cambio conveniente para el agro también encarece el precio de los alimentos. En el mejor de los casos, el campo venderá su producción y el Central podrá hacerse de los agrodóalres disipando las expectativas devaluatorias que genera presión sobre la inflación, pero en lo inmediato, la medida tiene efectos inflacionarios.

El dólar soja impacta en la cadena láctea

Si bien la exportación de lácteos también se verá favorecida por un dólar más conveniente, la medida afecta al sector lechero por doble vía. Sólo el 24% de la producción total del sector se exporta, y este año será menor porque la sequía afectará los volúmenes. Se trata de alrededor de 70 empresas de un total que supera a las 900 empresas lácteas. En efecto, el grueso del sector ve encarecer los costos de su actividad con la devaluación selectiva para la oleaginosa. Esto significa que deberán pagar más por el alimento para las vacas.

Además, la mitad de los campos desde donde los tamberos producen la materia prima para la industria láctea son alquilados y el arrendamiento se define de acuerdo al valor del quintal de soja. En efecto, la devaluación selectiva que significa el dólar soja encarece los alquileres en aproximadamente un 30%. Por estas inestabilidades, los productores buscan diversificar la producción invirtiendo en actividad agropecuaria. Estas inversiones para “salvar las papas” restan de capital a los productores medios para invertirlo más eficientemente en la cadena láctea.

“Vivimos cosas de país bananero”

En diálogo con La Nueva Mañana, el productor lechero Alejandro Leveratto señaló que la falta de políticas claras favorece a la atomización de esta industria que da como resultado la “destrucción permanente de la industria nacional”. En todo el mundo, las empresas logran innovación, eficiencia y productividad para ganar competitividad externa y aumentar las exportaciones de la mano de asociaciones cooperativas, señaló. Es el caso de Nueva Zelanda con Fonterra, líder en el mercado mundial, la uruguaya Conaprole, la alemana Schwarzwaldmilch o Arla Foods principal productor de lácteos de Escandinavia. Sin embargo, acá la experiencia cooperativa en el sector no funcionó. “Sancor que lideraba hace 30 años fue perdiendo posiciones hasta casi desaparecer. Vivimos cosas insólitas, propias de un país bananero”, enfatizó.

La escasez de leche empuja el precio para arriba

Hoy, por la sequía que incide en la cantidad y calidad de alimento para las vacas, “la oferta de leche es escasa”, precisó el productor lácteo de la cuenca cordobesa. En consecuencia, la producción total se verá mermada respecto a los volúmenes del año pasado, pero no en la magnitud de poner en riesgo el abastecimiento en al mercado interno. Pero los productores advierten que los precios subirán por la contracción de la oferta.

Más vacas al frigorífico

La “buena” para el bolsillo de la gente tiene que ver con la carne. Los productores exclusivamente lecheros que no tienen soja para defenderse de situaciones inestables, “venden sus vacas para pagar cuentas”, nos cuentan los productores. Esto quiere decir que están entrando más vacas al frigorífico. Por lo tanto, al aumentar la disponibilidad de animales, esto hace que el precio de la carne que venía en alza merme o directamente baje.

Fuente: www.lmdiario.com.ar