El servicio médico empresarial, una trinchera de la patronal contra los trabajadores

Por Omar Rombolá*

La cuestión de la medicina “laboral” o de los servicios médicos de las empresas, es un tema no tan explorado en el movimiento de lucha de lxs trabajadorxs.
La represión de las patronales sobre el activismo, el disciplinamiento sobre el conjunto de lxs trabajadorxs, el acicate para aumentar la productividad y disminuir el ausentismo obrero, ha tenido en las empresas de medicina laboral a un fiel soldado, o mejor dicho a un eficiente mercenario, siempre dispuesto a ejecutar los planes patronales por encima de la salud y la vida misma de lxs trabajadorxs.
Según el caso:
1- Negando días de licencia médica, obligando a laborar enfermo/ma.
2- Negando el alta, para evitar que el o la trabajador/ra vuelva a su puesto de trabajo, llevándolo/la a mediano plazo a una desvinculación impaga, es decir un despido encubierto.
En ambos casos el modus operandi es ignorar la prescripción y los certificados del médico tratante del o la trabajador/trabajadora, e imponer el criterio del médico de la empresa. Este accionar la mayoría de las veces logra los objetivos patronales y goza de total impunidad.
Los servicios médicos empresariales son junto a las empresas que los contratan verdaderas “asociaciones ilícitas” contra la salud y los intereses de los trabajadores, y verdaderas herramientas de represión de los empresarios.
Frente a estas “políticas” empresariales, atropellos a los derechos básicos de los trabajadores, una reacción más o menos normal es pensar: Hay leyes protectoras del trabajador, habrá que invocarlas y listo, cuál mágico talismán actuarán, trayendo justicia y redimiendo las injurias contra el trabajador.
Pero la vida es diferente, ninguna ley es de cumplimiento automático, frente a un incumplimiento patronal a una ley, frente al arrebato de facto de un derecho, el trabajador puede reclamar más o menos, de 2 formas:
1-Si en el lugar hay organización de lucha y una relación de fuerzas adecuada, por medio del reclamo sindical, y si la patronal niega el derecho, con el uso de la acción directa. Este camino está en nuestras manos y tendremos el control y las decisiones a cada momento lxs trabajadorxs, se puede ganar o perder, dependerá de la relación de fuerzas…Pero la decisión es nuestra.
2-Por medio de un reclamo individual administrativo o judicial, es decir por medio de un juicio. Aquí perdemos el poder de decisión y este poder se lo otorgamos a un Juez que fallará de acuerdo a sus criterios, intereses etc etc..
Esta opción en general es recomendable como salida frente a una situación de debilidad, dónde la lucha colectiva es aún difícil de ejercer y se apela al terreno legal para ganar tiempo, poner trabas a un despido inminente o como táctica para romper el hielo…según el caso.
La evaluación de que medida tomar para lxs trabajadorxs, tomando en cuenta todos los factores es de gran importancia.
Este es un terreno de batalla dónde en general lxs trabajadorxs cosechamos derrotas, dónde hay plena impunidad de empresarios y médicos y dónde lxs compañerxs tenemos la oportunidad de poner en pie renovadas herramientas de lucha, para dar batalla en un terreno desfavorable.
Pero esta lucha es necesaria y se puede ganar, testigos de esa necesidad son lxs miles de trabajadorxs perseguidxs y violentadxs por los servicios médicos patronales.
Si bien, y no me voy a cansar de repetirlo, lo fundamental, lo que más importa, es la relación de fuerzas entre la patronal y lxs trabajadorxs y siempre nos debemos concentrar en eso, lo legal estará siempre supeditado a eso, a la relación de fuerzas.

Pero cuando la relación de fuerzas no es del todo beneficiosa para los trabajadores, lo legal cobrará mayor importancia, y en última instancia si la relación de fuerzas en algún momento nos beneficia, también es bueno para el activismo conocer el marco legal.
La Ley de Contrato de Trabajo vigente no deja en claro el proceder frente a divergencias entre el médico tratante del trabajador o la trabajadora y el médico laboral. En la Ley anterior a la modificación hecha en los años de la dictadura, esta cuestión era explícita y planteaba la necesidad del llamado a una Junta Médica, en la ley actual esa cuestión no está especificada, y la jurisprudencia es variada tanto a favor como en contra de lxs trabajadorxs. Lo que deja claro la Ley es la potestad de la patronal de monitorear la salud del trabajador o la trabajadora.
En los artículos 209 y 210 explicita el derecho patronal de monitorear la salud del trabajador y el ausentismo por enfermedad.
Art. 209.—Aviso al empleador.
El trabajador, salvo casos de fuerza mayor, deberá dar aviso de la enfermedad o accidente y del lugar en que se encuentra, en el transcurso de la primera jornada de trabajo respecto de la cual estuviere imposibilitado de concurrir por alguna de esas causas. Mientras no la haga, perderá el derecho a percibir la remuneración correspondiente salvo que la existencia de la enfermedad o accidente, teniendo en consideración su carácter y gravedad, resulte luego inequívocamente acreditada.
Art. 210.—Control.
El trabajador está obligado a someter al control que se efectúe por el u designado por el empleador.
Por ende cuando vamos a un juicio nos sometemos al criterio de un Juez.¿Qué podemos hacer frente al avasallamiento patronal?Una de las cuestiones es invocar nuestro derecho como paciente, ya no apelando a la LCT sino a la Ley de Derechos del Paciente. Es la Ley Nº 26.529 promulgada de hecho el 19 de noviembre de 2009 “Ley de Derechos del Paciente”
Una de las cuestiones que plantea es el derecho del paciente a su “historia clínica”. Por lo tanto cualquier compañero o compañera puede exigir al servicio médico laboral la entrega de la historia Clínica propia, y en ella deben constar los estudios realizados por la empresa de medicina laboral para fundamentar diagnósticos y decisiones de negar días de reposo o altas médicas.
La no existencia de dicha historia clínica, nutrida de dichos datos, son elementos a favor de nuestra fundamentación contra la empresa y el servicio médico.
Y por tanto elementos de prueba ante un eventual Juicio o reclamo administrativo.
Dónde hay organización de trabajadorxs, y una relación de fuerzas favorables, frente a las arbitrariedades del servicio médico patronal , una respuesta mas allá de la acción directa, siempre fundamental, es la exigencia colectiva de las historias clínicas de todxs o gran parte de lxs trabajadorxs. Exponiendo la falta de cumplimiento de ese requerimiento legal que las empresas de medicina laboral deben cumplir.
Este requerimiento no sólo genera incomodidad al servicio médico, sino perjuicios económicos (gastos administrativos) y genera prueba en el marco legal.
La Ley del Derecho del Paciente no es una ley laboral, como tampoco lo es la Ley anti discriminatoria, pero ambas han ofrecido muchos materiales para ser utilizados en defensa de lxs trabajadorxs. Tanto en el plano sindical discursivo, cómo en el plano legal.
Una cuestión importante también es en algunos casos direccionar nuestra respuesta, concentrándola en la empresa de medicina laboral y en el médico en particular. Tanto en el terreno legal, yendo por la matrícula del profesional que opera de manera ilegal contra la salud de lxs trabajadorxs, como en el terreno político con denuncias públicas, estos perros de la patronal tienen la costumbre de ser impunes, y este tipo de respuesta no es esperada, de fondo siempre es necesario mostrar la asociación entre empresa y medicina laboral, pero a los efectos tácticos, concentrar nuestra respuesta sobre estos gusanos en ocasiones genera desconcierto y va construyendo la idea que ya no es gratis perjudicar la salud de lxs trabajadorxs.
La indignante impunidad de los médicos pro patronales y de las empresas de medicina laboral, plantean la necesidad de transformar la bronca en acción de lucha pensada, consciente. Entendiendo que la lucha por la salud y mejores condiciones de trabajo, deben ser parte de nuestro programa reivindicativo.
La pelea por evitar que nos obliguen a trabajar enfermos lleva la impronta del combate contra la cosificación a la que nos someten, esa humanidad que nos arrebatan sólo podremos recuperarla con lucha y éste, en ese sentido, es un terreno más de batalla.
*Trabajador de la Planta Alcorta de Coca Cola FEMSA del barrio porteño de Pompeya e integrante de la Agrupación Marrón