Inflación: El cuchillo lejos del hueso

El nivel de precios desbocado es implacable con los que viven de salarios, cruel con aquellos del peso diario para panes cada día más amargos…Si consideramos que IVA y Ganancias son los dos tractores de la recaudación, naturalmente que subir el piso del impuesto al trabajo es saludado por el cronista. Sin embargo, no atacar la inflación y subir el piso de un tributo, por el que tantos gremios afines al kirchnerismo protestaron hasta en los tribunales, no hará más que aliviar momentáneamente los ingresos de un sector castigado por el desbande de la industria, la sostenida financiarización, y el desempleo antes y durante la pandemia.

La inflación resultó siempre un nudo tan diabólicamente ajustado que no hubo gobierno democrático capaz de desatarlo. El plan de Convertibilidad aquietó la escena, pero se sabe lo que sucede con las calderas cuando no se libera la presión interna; pero todavía fue peor que esta pobre imagen:

«Favoreció la ilusión de estabilidad de precios, ya que la brutal disrupción de la producción local y la enorme masa de desempleados que se fue acumulando a lo largo de esos años, presionó hacia la baja el salario nominal». (Aroskind). El nivel de precios desbocado es implacable con los que viven de salarios, cruel con aquellos del peso diario para panes cada día más amargos…Si consideramos que IVA y Ganancias son los dos tractores de la recaudación, naturalmente que subir el piso del impuesto al trabajo es saludado por el cronista. Sin embargo, no atacar la inflación y subir el piso de un tributo, por el que tantos gremios afines al kirchnerismo protestaron hasta en los tribunales, no hará más que aliviar momentáneamente los ingresos de un sector castigado por el desbande de la industria, la sostenida financiarización, y el desempleo antes y durante la pandemia. Tampoco cuesta gran esfuerzo consignar que los tiempos electorales empujan al gobierno hacia territorios en disputa simbólica, como éste, el del ingreso, en tanto hay un núcleo duro de trabajadores que aún podrían estar pensando en apoyar al conservadurismo (Córdoba es la base de esa masa sospechada) si la camisa de sudar no da paso a un poco de sosiego en los mostradores.  Con lo cual, si A. Fernández -Massa- Máximo meten mano a Ganancias para no fisurar el bloque político que ayudó a depositarlos en la Rosada, también será legítimo, elusivo, pero válido.

Si se tratara de un esfuerzo combinado para domar la tragedia inflacionaria, se iría bien lejos a buscar las causas más sólidamente planteadas como combustible de tanta variable enloquecida; así sería la puja distributiva una de las fuentes, tal vez, no convence al periodista, no importa…pero la querella del mundo sindical con patronales y gobiernos siempre animados a techar las expectativas por el declamado miedo al corrimiento de costos a precios, no explica la inestabilidad permanente desde la crisis del 2001. ¿Podríamos animarnos a pensar que se trata de la concentracion de la economía nunca puesta en aprietos, aún bajo gobiernos progresistas?…A ver, leamos al Sociólogo Martín Schorr: «Mientras en 1993 las 100 empresas industriales más grandes explicaban el 27 por ciento de lo que generaba anualmente la industria, en 2001 explicaron el 35 por ciento, y en 2010 el 41 por ciento. Desde el punto de vista de la inflación esto es muy importante. Porque en la convertibilidad los salarios representaban un 30 por ciento del valor agregado que generaban la cúpula industrial y hoy no explica más del 20 por ciento. Esto se debe a que el corazón concentrado de la economía, el núcleo fuerte de la industria argentina, son en su mayoría plataformas exportadoras a partir de salarios bajos. Ese es el germen estructural del proceso inflacionario». El investigador de Conicet y Flacso, autor del libro  Concentración y extranjerización de la economía, difundía su trabajo con estos datos a fines del 2013, y todavía el campo popular no había empezado siquiera a vislumbrar la carnicería cambiemita que iba a sufrir dos años más tarde, «los rubros que más contribuyeron al aumento de precios en 2007-2010 fueron las industrias manufactureras vinculadas al mercado interno —como Ledesma, Atanor, Mastellone, Molinos Río de la Plata, Vicentín, Clarín, etcétera— y las elaboraciones de insumos básicos y bienes de consumo final no durable, con escasa complejidad tecnológica, como Techint, Acindar, Aluar, Arcor, Loma Negra y las petroleras YPF, Petrobras, Esso y Shell. Estas ramas altamente concentradas, explicaron el 65 por ciento del aumento de precios industriales ente 2001 y 2010». Se sabe que pasó cuando la economía se descalzó a fines del 2011, hacia el fin del ciclo kirnchnerista la inflación escapaba al 30 por ciento, con Macri todo viró a tragedia, como el cronista anticipó que sucedería en desesperados (y derrotados) textos panfletarios preelectorales (20015).

En el cierre, aún con las reservas del caso, como trabajador y miembro de un colectivo castigado menos por el impuesto que por la informalidad y la falta de trabajo, saluda el autor de esta nota toda medida tendiente a llevar alivio a la economía doméstica; no obstante, sigo considerando que se perdió la oportunidad de llegar al hueso con el instrumento afilado de una robusta legitimidad democrática, ese 54 por ciento que consagrara por segunda vez a CFK. Hoy, la acumulación política necesaria para darle pelea a los actores centrales de un capitalismo enemigo de las mayorías y apasionado a la hora de producir desigualdades, no es suficiente ni siquiera como para empezar a los insultos. Habrá que esperar ese tiempo renacido, bajo los auspicios de un pueblo que de señales de haber aprendido la lección.

Me releva de más argumentos las expresiones del propio ministro Guzmán, cuando señala que en este chamuscado año que recién se inicia la inflación deberá bajar 5 puntos. Si por cada aumento de combustibles – donde la petrolera de mayoría estatal se inscribe con fervor -, o salarios -luego de la refriega paritaria- las corporaciones corren a transferirlos a precios, la victorias serán pírricas. festejaremos, con el campo sembrado de cadáveres.

*Periodista. Secretario de Organización del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA)

Fuente: www.nestorperez.com.ar